El Real Madrid se impuso ayer con contundencia al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán, y provocó que el alirón del Barcelona, si se termina produciendo, se retrase unos días, porque los de Pep Guardiola no podrán ser campeones hoy ni siquiera ganando. Por su parte, los locales dijeron adiós a su sueño de participar en la próxima Champions.
Los blancos fueron muy superiores al equipo hispalense, que no supo frenar los ataques ‘merengues’ y se vio maniatado en todo momento.
El Sevilla, para colmo, se vio obligado a retocar la defensa pasados los 10 minutos de la primera mitad, por unas molestias en el muslo de Fernando Navarro. La entrada de Dabo, prácticamente sin calentar, la aprovechó el Real Madrid para crear peligro.
El dominio de la escuadra de Concha Espina se plasmó en el electrónico cuando Sergio Ramos anotó tras un córner botado por Mesut Özil. A partir del 0-1, el Sevilla se vino abajo y los rivales se volcaron hacia el ataque.
Cristiano Ronaldo tuvo cerca el gol con un cabezazo que envió al palo, pero en el minuto 31, el portugués halló su recompensa al batir a Javi Varas con un espléndido disparo después de una jugada colectiva. El Madrid se gustaba y jugaba como quería, mientras que el oponente andaluz pedía a gritos el tiempo de descanso.
Xabi Alonso estuvo a punto de ampliar diferencias en el 38 de partido, con un tiro que sacó el arquero local, aunque fue Kaká el que lo logró en el 42, gracias a un pase de Özil.
En la segunda mitad, la escuadra de Gregorio Manzano salió mejor plantada, pese a que ya lo tenía todo perdido. Así, Negredo recortó distancias.
De cualquier modo, Cristiano Ronaldo no estaba dispuesto a que su bloque padeciera, e inició un auténtico festival de talento y de puntería.
El luso aprovechó un fallo de la defensa hispalense para poner el 1-4, y no se conformó con eso. Poco después, se benefició de una asistencia de Özil en un contragolpe para rubricar el 1-5.
Si alguien pensaba que Cristiano Ronaldo se iba a detener con el ‘hat-trick’, se equivocaba. Una fantástica triangulación de los jugadores del Real Madrid llegó a Benzema, que metió un maravilloso pase de la muerte para que el portugués rematara solo ante Javi Varas. Cuatro goles para el ex del Manchester United.
Al borde de la conclusión, Negredo aumentó su cuenta e hizo el 2-6 definitivo.
