El Levante dejó ayer prácticamente sentenciado su pase a los octavos de final de la Europa League tras el triunfo ante Olympiacos, gracias a los goles de Pedro Ríos, Barkero y Martins.
El equipo ‘granota’ enseñó las garras y dio la bienvenida a Míchel, recién despedido del Sevilla, que se estrenó en el banquillo heleno y que hincó la rodilla a las primeras de cambio.