La lucha de España contra su crisis de deuda se batalla en varios escenarios. El país, considerado como la cuarta economía de la zona euro, sufrió el estallido de una burbuja inmobiliaria que precipitó la crisis bancaria e hizo aumentar el desempleo y el déficit público.
Mientas se prevé que las medidas de austeridad llevadas a cabo por Rajoy empiecen a surtir efecto en los próximos meses, la Unión Europea (UE) acaba de garantizar a España hasta 100.000 millones de euros para ayudar a sanear a sus maltrechos bancos.
Pese a la ayuda concedida, el Estado tendrá que hacer frente a distintos problemas, entre los que destacan:
Mercado laboral
La tasa de desempleo se sitúa en el 24,44%, la mayor en los últimos 18 años, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística.
En el país hay 5,6 millones de personas sin trabajo. El paro juvenil es un gran problema. Según datos de la agencia de estadística europea Eurostat, la tasa de desocupación en España de dicho grupo es del 50,5%. Alemania, sin embargo, tiene el menor índice de parados de la UE, un 8,2%.
Mercado inmobiliario
En los años previos a la crisis, el mercado inmobiliario español se vio impulsado por un alto crecimiento económico y bajas tasas de interés. Muchos españoles -y también extranjeros- pidieron préstamos hipotecarios para una segunda, tercera o incluso cuarta vivienda. El boom se financió en gran parte con créditos. Inversores internacionales, como fondos de pensiones y de inversión empezaron a poner dinero en el especulativo mercado inmobiliario.
La crisis financiera de 2008 condujo todo esto a un final: las empresas financieras nacionales, alabadas inicialmente por su limitada exposición a los activos malos, no pudieron evitar quedar atrapados en el marasmo de la crisis y se convirtieron en víctimas de unos créditos concedidos con mucha facilidad.
Crisis bancaria
El estallido de la burbuja inmobiliaria dio de lleno en los bancos. Las firmas más grandes, como el Santander o el BBVA, vieron caer significativamente sus beneficios y cómo eran degradadas por las agencias de rating. El Ejecutivo español pidió a los bancos incrementar sus reservas de capital para hacer frente a posibles tiempos peores.
A algunas entidades les fue mucho peor que a los dos grandes: Bankia, la cuarta empresa financiera del país, no es capaz por sí misma de afrontar la situación. A finales de 2010, recibió 4.500 millones de euros del fondo de rescate español, FROB. El Ejecutivo de Mariano Rajoy se ha comprometido ahora a inyectar en ella otros 19.000 millones de euros que necesita. Y así, Bankia y su matriz, BFA, van a ser nacionalizadas.
Presupuesto
El déficit público nacional fue en 2011 del 8,9% del Producto Interior Bruto (PIB), el tercero más grande de la zona euro. Ese porcentaje es menor que el de 2010 (9,3%), pero se sitúa muy por encima del objetivo acordado con Bruselas.
El Gobierno conservador de Mariano Rajoy puso en marcha drásticas medidas de austeridad y reformas de gran calado, con las que se espera que en breve puedan surtir el efecto deseado. En vista de la recesión en la que ha vuelto a entrar España, la Comisión Europea le dio un año más para cumplir con el Pacto de Estabilidad y reducir el déficit público hasta el 3%. Tendrá que hacerlo en 2014, un año después de la fecha inicialmente prevista.
Las reglas de la Unión Europea.- El plan de ayuda llevará aparejados una serie de requisitos, que todavía deben negociarse, centrados en el conjunto del sector bancario y no únicamente en las entidades rescatadas. Además, la Comisión y los países de la eurozona vigilarán que España prosiga con las reformas y ajustes recomendados por Bruselas, según explicaron ayer fuentes comunitarias.
Las condiciones que se impondrán se basarán en primer lugar en las reglas de la UE sobre ayudas públicas. Estas normas supeditan cualquier ayuda pública a un plan que garantice la viabilidad futura de cada entidad y obligan a disminuir la talla de los bancos beneficiarios, por ejemplo mediante la venta de activos, para limitar las distorsiones de competencia.
Pero también se establecerán cláusulas para el conjunto del sector en materia de transparencia y supervisión. «Se trata de limpiar el sector bancario español en su totalidad, inyectando transparencia y eficacia», señalaron las fuentes. «Habrá que afrontar cuestiones como la adopción de riesgos excesivos», añaden.
Bruselas espera que el Gobierno presente «en breve» la solicitud oficial del rescate financiero. A partir de ese momento hará una propuesta de obligaciones, que deberá ser aprobada por el eurogrupo.
