El Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Segovia ha desestimado sendos recursos presentados por las empresas de los dos camiones que estuvieron inmovilizados en la autopista durante casi dos meses tras ser denunciados por exceso de carga.
Según han indicado fuentes de la Junta de Castilla y León, la autoridad judicial da la razón a los agentes de la Guardia Civil intervinientes en el pesaje y, por ende, a la administración competente en la materia, en este caso el Servicio Territorial de Fomento y Medio Ambiente de Segovia, ya que las actuaciones realizadas se ajustaron a las previsiones legales.
En tal sentido, el juez, en sus razonamientos jurídicos, se basa en la Ley de Transporte Terrestre, que establece la inmovilización por motivos de seguridad así como la realización de la prueba en que se sustenta el exceso de peso y la consiguiente inmovilización.
Señala que en la prueba “se utilizó un instrumento de pesaje verificado y homologado”. También aclara —siempre según la Junta— que no se produjo indefensión, como argumentaron los camioneros, que pedían un segundo pesaje, ya que el recurrente puede ostentar el derecho de defensa en el procedimiento sancionador que se tramite, y donde puede articular todos los medios de prueba.
La resolución del órgano judicial explica que la función inspectora que corresponde a los poderes públicos es una función consustancial al ejercicio de autoridad, que debe comprobar, con los medios habilitados, si existe alguna infracción del ordenamiento jurídico en la actividad, que en el presente caso, es el transporte terrestre.
Tras las inmovilizaciones que tuvieron lugar el pasado 9 de mayo, se levantaron el día 30 de junio a las 13,45 horas por desaparecer las causas que motivaron la infracción y consiguiente inmovilización, “al haberse realizado el trasvase del exceso de carga que llevaban cuando fueron parados y controlados por la Guardia Civil”. Uno de ellos llevaba 44.700 kilogramos para una carga máxima de 40.000. El 30 de junio se trasvasó parte del aceite de girasol a otro camión. Y el trailler cargado de leche pesó 44.400 kilogramos, 4.400 más que lo permitido. También ese día traspasaron parte de la mercancía a otro camión. Así se levantó la inmovilización y pudieron proseguir la marcha.
