El jurado popular declaró este jueves culpable de dos delitos de asesinato al hombre que, en agosto de 2014, acabó con un cuchillo con la vida de una mujer y su padre, naturales de Llodio, en Álava, en la playa Salvé del municipio cántabro de Laredo. Tras poco más de dos horas de deliberación, los nueve miembros del jurado consideraron por unanimidad que el acusado asesinó a Mercedes y Gabino porque ninguno tuvo posibilidad de defenderse de su “repentino y sorpresivo ataque” con el que se “garantizó el resultado mortal”.
De este modo, el jurado apoyó la petición de la acusación, que calificaba los hechos como dos asesinatos, mientras que la Fiscalía consideraba asesinato el caso de Mercedes y homicidio el de Gabino; y la defensa del acusado, que los dos eran homicidios. En base a ese veredicto, el fiscal pidió que se aplicase al acusado la pena máxima prevista en el Código Penal para el delito de asesinato, es decir, 20 años por cada una de las victimas, lo que sumaría los 40 años de prisión.
Tanto el fiscal como el abogado de la familia de Mercedes y Gabino apelaron a la magistrada que aplicase la pena máxima debido a “la gravedad de los hechos, la peligrosidad del acusado, la falta de arrepentimiento y la simultaneidad en la muerte de las dos víctimas de una misma familia”. Por su parte, la defensa consideró “exageradísimo” que las otras partes pidiesen la aplicación de la pena en “su extensión máxima” y, dado que defendía la calificación de los hechos como homicidio, solicitó que se penara el delito de asesinato en su grado mínimo.
El jurado consideró probado por unanimidad que en la tarde del 17 de agosto de 2014, sobre las 18.20 horas, el acusado se encontraba en la playa Salvé en el mismo momento en que Mercedes y Gabino abandonaban el arenal por una de las pasarelas de acceso al mismo. En ese momento, el ya culpable se acercó a Mercedes y utilizando un cuchillo que llevaba consigo y que medía aproximadamente 26 centímetros “comenzó a acuchillarla de forma reiterada, privándola de la posibilidad de defenderse”.
Basándose en los relatos de los testigos presenciales que declararon durante las tres sesiones del juicio, el jurado creyó que Gabino, al ver al acusado acuchillar a su hija, “intentó apartarle de ella, si bien el acusado sabía que con su actuación eliminaba toda posibilidad de defensa por parte de Gabino, le apuñaló en la zona del mentón, hombro y cuello”.
