El jurado conformado en el juicio por el crimen de la expresidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco consideró culpables a Montserrat González, a su hija Triana Martínez y a la policía local Raquel Gago de delitos de asesinato, atentado y tenencia ilícita de armas.
El jurado procedió a la lectura de su veredicto en torno a las 13.50 de la mañana tras tres días de deliberaciones en el que sus miembros tuvieron que responder a un cuestionario de 84 preguntas sobre las circunstancias en las que se produjo en crimen y la implicación de cada una de las tres acusadas en los hechos que se juzgan.
Así, Montserrat y Triana fueron consideradas culpables por unanimidad, mientras que en el caso de Raquel Gago el jurado tomó la decisión de su culpabilidad por mayoría, siete sobre nueve.
En cuanto al indulto, el jurado se mostró no favorable en el caso de Montserrat, sin embargo para Triana cuatro miembros se posicionaron a favor de que se aplique de forma parcial y cinco en contra, mientras que en el caso de Raquel Gago, cinco miembros están a favor y cuatro en contra de un indulto parcial.
También consideraron que no cabe suspensión de la pena en el caso de Montserrat, mientras que para Triana uno de sus miembros se mostró partidario y ocho en contra. En el caso de Raquel, obtuvo cuatro votos a favor y cinco en contra de este supuesto.
A tenor de este veredicto, la Fiscalía solicitó para Montserrat González y para su hija 19 años de prisión por un delito de asesinato en concurso con atentado, más tres años más de prisión por tenencia ilícita de armas. Además, pidió para ellas la prohibición de aproximación tanto a la hija como a la pareja de la víctima durante los próximos 25 años.
En el caso de Raquel Gago, Fiscalía solicitó 12 años de prisión por un delito de asesinato en concurso con atentado más otros tres años de privación de libertad por un delito de tenencia ilícita de armas. Además, la prohibición de aproximación tanto a la hija como a la pareja de la víctima en 20 años.
Asimismo, también mantuvo la petición de 75.000 para la hija de Isabel Carrasco y otros 75.000 para su pareja. Ambas cantidades a aportar de forma conjunta entre las tres condenadas.
El letrado de la defensa de madre e hija, José Ramón García, pidió para sus patrocinadas una pena de 17 años y seis meses de prisión por el delito de asesinato en concurso con atentado, más dos años por el delito de tenencia ilícita de armas. Además, confió en el que el agravante de disfraz que se desprende de la deliberación del jurado se compense con el atenuante de reparación del daño por haber consignado gran parte de la indemnización ya a los familiares.
García avanzó que la sentencia va a ser objeto de recurso porque entendió que “existen contradicciones evidentes” en relación a las cuestiones que fueron consideradas probadas por el jurado. Además, solicitó la libertad provisional para Triana Martínez.
Por su parte, el letrado de la policía, Fermín Guerrero, pidió para su patrocinada ocho años de prisión por el delito de asesinato en concurso con atentado, más otros dos años por de tenencia ilícita.
Guerrero indicó que recurrirá y solicitó la suspensión de la condena de Raquel Gago porque la sentencia no es firme y porque que su patrocinada lleva ya un año en libertad provisional y mostró que no existe riesgo ni de fuga ni tampoco de destrucción de pruebas.
En su veredicto, el jurado precisó que Isabel Carrasco no tuvo ninguna opción de defenderse porque los disparos que le causaron la muerte fueron efectuados por la espalda y de forma sorpresiva. También consideró que Montserrat utilizó prendas, como un foulard, una parca y gafas de sol, para no ser reconocida en el momento del crimen.
A este respecto, el jurado no consideró probado que Montserrat padeciera un trastorno de ideas delirantes, mientras que en el caso de Triana, valoraron que “contribuyó a la muerte” realizando un seguimiento a la víctima y “elaborando un plan” para su asesinato.
Raquel Gago, según el jurado, no participó en los seguimientos previos a la política, pero sí “en cumplimiento de dicho plan previo y conjunto”, esperando a que éstas volvieran de cometer el crimen para ocultar el arma en su vehículo, la cual entregó a la Policía “para alejar de sí relación”.
