El trámite de la visita de los representantes del jurado de la Capitalidad Europea de la Cultura a Segovia se cumplió y, a juzgar por sus declaraciones, se llevan una buena impresión, especialmente porque han constatado el apoyo de los “agentes implicados en el proyecto de la candidatura segoviana: artistas, empresarios, personas del mundo de la cultura, políticos y ciudadanos”, en palabras del presidente de este comité de selección, el austriaco Manfred Gaulhofer. Es más, añadió que “todos aquellos que están dentro del proyecto de Segovia 2016 están absolutamente comprometidos y convencidos del mismo”.
La expedición comenzó temprano, en torno a las diez de la mañana, con el recibimiento a los representantes del jurado en el Hotel San Facundo por parte del alcalde, Pedro Arahuetes, acompañado de la concejala de Cultura, Clara Luquero, del equipo de la oficina Segovia 2016, de la portavoz del PP en el Ayuntamiento, Beatriz Escudero, así como del cabeza de lista de la candidatura popular en las últimas elecciones y concejal electo Jesús Postigo y del también concejal electo de IU, Luis Peñalosa, entre otros.
Además de Gaulhofer, la comisión del jurado estaba formada por la polaca Danuta Glondys y el español Jordi Pascual, ya que otro español, Emilio Cassinello, no pudo estar presente porque se encontraba enfermo. Sí acudió, en representación de la Comisión Europea, la francesa Jacqueline Pacaud.
Por la mañana hicieron un recorrido por el centro de la ciudad, desde el Azoguejo a la Plaza Mayor, y por la tarde conocieron parte del cinturón verde de Segovia: Alameda del Parral, Casa de la Moneda, etc, y el centro cultural La Cárcel. La visita incluyó otras infraestructuras culturales como el Teatro Juan Bravo o el Palacio de Quintanar. Este recorrido finalizó después de las nueve de la noche en el Torreón de Lozoya, donde los integrantes del jurado dieron una rueda de prensa antes de disfrutar de un cóctel.
La representante polaca comentó que estaban “impresionados por lo que hemos visto y por la implicación de los artistas y la comunidad, así como por la calidad de vida” de Segovia.
Jordi Pascual, que no conocía la ciudad con anterioridad, señaló que la visita ha servido para comprobar que “el proyecto de Segovia responde a lo que puede ser Segovia en 2016”. En este sentido aclaró que no es “estándar” y que supone “un reto en el campo de la industria creativa, expresado a través del programa Convergentes de la candidatura”, así como también la “estrecha relación que hay en Segovia entre campo y ciudad, también recogida en un programa específico dentro del proyecto”.
Para este representante se trata “de dos ejemplos de que el programa está bien elaborado” y calificó la propuesta de la candidatura de “muy seria, solvente y realista”.
Otro elemento que destacó Pascual es “el consenso existente en este asunto entre las fuerzas políticas con presencia en el Ayuntamiento”.
Antes, el presidente del jurado había afirmado que el proyecto de Segovia “es inusual porque en un mundo donde cada vez las cosas van más deprisa, esta ciudad prepara un proyecto para crecer más despacio, para disfrutar y ver las cosas de otra manera, algo que no todo el mundo puede apreciar”.
Además, aunque advirtió que no le gusta comparar a las ciudades candidatas, indicó que “algo que hemos visto en Segovia y no en otras candidaturas es que quiere extender su proyecto a otros lugares de la zona”. Preguntado por la proximidad a Madrid, dijo, sin embargo, que la cercanía a una gran ciudad no es importante para el jurado.
Danuta Glondys se mostró gratamente sorprendida porque “hemos observado que aquí no se pretende utilizar la capitalidad cultural como una herramienta para obtener fondos con los que crecer ni nada por el estilo, ni siquiera para un proyecto de regeneración, si no, ante todo, para el desarrollo de la comunidad”, sostuvo.