Iñaki Urdangarín aseguró en su declaración ante el juez instructor del caso Nòos, José Castro, que él desconocía las presuntas irregularidades de la compañía, y que era su exsocio, Diego Torres, quien habría urdido la trama a través de la cual, según los investigadores, se habrían apoderado de 5,8 millones de los fondos públicos que percibió la fundación. Sin embargo, parece que el magistrado no acabó de creerse el «yo solo pasaba por allí» del Duque, por lo que mantiene en su último auto que el yerno del Rey «siempre estuvo detrás del entramado» financiero.
El togado responsable de investigar el caso considera que, a partir de las «declaraciones de imputados en sede judicial, así como la documentación aportada en el caso», Urdangarín se situaría como «rector» del grupo de empresas ligadas al Instituto Nóos «al mismo nivel» que su excompañero empresarial, Diego Torres.
Asimismo, Castro defiende en el auto, que fue publicado ayer por varios periódicos nacionales, que a pesar de que el Duque aseguró en su declaración que «se desvinculó totalmente» del Instituto Nóos el 20 de marzo de 2006, «siguiendo las recomendaciones que se le hicieron desde» la Casa Real, esa separación de la empresa que dirigía no se produjo. El juez sostiene que existen sobrados indicios» de que tras esa fecha desempeñó el cargo de presidente del consejo asesor de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, que dirigía Torres.
Al instructor tampoco le cuadró, a tenor del documento, la explicación del marido de la Infanta de que su labor se limitaba a asuntos deportivos, y añade como ejemplo de esa falta de desvinculación deportiva, que el propio yerno del Rey admitió que en 2007 actúo como mediador entre Diego Torres y el Govern balear para que el primero cobrara una deuda de la Administración autonómica. Además, el juez detalla en su informe que fue precisamente aquella actuación de Urdangarín ante el exdirector general de Deportes José Luis Ballester, imputado también en el caso Palma Arena, el motivo por el cual ambos exdeportistas rompieron una amistad que venía de muchos años atrás.
El asesor no comparecerá
El auto de Castro desestima, también, dos peticiones de la acusación popular, ejercida en este proceso por el sindicato Manos Limpias, para que tanto el asesor de la Casa Real José Manuel Romero, como el secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, acudan a declarar como testigos. Según el juez, el hecho de que el Duque de Palma obedeciera o no la indicación del Rey no es «constitutivo de infracción penal», las peticiones solo pueden ser rechazadas. Sin embargo, admite la procedencia de citar como testigo a Julita Cuquerella, secretaria de Urdangarín, que tendrá que acudir el 20 de abril al juzgado.
El informe del instructor del caso Nòos se hizo público el día después de conocerse que la Fiscalía Anticorrupción está estudiando la posibilidad de solicitar, al menos, dos millones de euros al yerno del Rey, en concepto de fianza de responsabilidad civil. El Ministerio Público aún no ha realizado el trámite ni ha fijado la cuantía de ese concepto, porque se encuentra a la espera de que Hacienda acabe los informes sobre el dinero que el Instituto Nòos pudo recibir de las instituciones públicas y que las investigaciones cifran en unos 5,8 millones de euros.
