«Alex» impactó en territorio mexicano como un ciclón de categoría dos en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU. El ojo del ciclón tocó tierra en la municipalidad de Soto La Marina, en la costa mexicana, a 180 kilómetros al sur de Brownsville, en Texas (EEUU).
Tras desembarcar en México comenzó a debilitarse y ahora tiene vientos máximos sostenidos de 160 kilómetros por hora y se mueve hacia el oeste a 17 kilómetros por hora.
Está vigente un aviso de huracán para la costa de México desde la desembocadura del Río Grande hasta La Cruz, y sigue en vigor un aviso de tormenta tropical desde el sur de La Cruz hasta Cabo Rojo. El estado mexicano de Tamaulipas fue declarado anoche en alerta máxima con la llegada de intensas lluvias y fuertes vientos originados por «Alex».
Las autoridades, que habían dispuesto horas antes varios centros para albergar a habitantes de zonas costeras, decretaron la alerta máxima tras concluir una reunión extraordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil.
En Tamaulipas han sido habilitados 22 albergues en la ciudad costera de Matamoros, fronteriza con la estadounidense Brownsville (Texas).
En San Fernando, también en la costa, están habilitados diez centros de alojamiento temporal, y en el poblado La Pesca, en Golfo de México, se habilitó la zona naval como albergue.
En estos lugares unas 3.000 personas reciben alimento, medicamento y una colchoneta para pasar la noche de las 7.000 que se espera lleguen a estos lugares en las siguientes horas, dijeron fuentes oficiales.
El huracán provocará intensas lluvias en zonas del noreste de México y el sur de Texas que pueden causar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra, advirtió el CNH.
Los fuertes precipitaciones provocarán una marejada ciclónica peligrosa a lo largo de la costa donde tocó tierra y es posible que hoy se formen tornados en el extremo sur de Texas.
«Alex», el primer huracán que se forma en junio desde 1995, perderá fuerza en territorio mexicano y se disipará en uno o dos días.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EEUU (NOAA) pronosticó para la temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre, la formación de 14 a 23 tormentas y entre 8 a 14 huracanes, que afectarían a EEUU, el Caribe, Centroamérica y el Golfo de México.
Los meteorólogos han vaticinado una temporada «extremadamente activa» porque, de esos huracanes, entre 3 y 7 podrían ser de gran intensidad con vientos superiores a 177 kilómetros por hora.