Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores humoristas gráficos de la prensa española, que desde hace cuatro décadas deja en las páginas de EL ADELANTADO su particular visión de la actualidad. Antonio Madrigal vuelve a la palestra con un libro en el que reúne sus artículos del “Corral del Mudo” relacionados con la crisis y la corrupción, y explica en el encuentro digital su evolución como humorista, escritor y artista.
Llega a las librerías «Cada vez hay mas gente paseando bolsas de basura llenas de euros», un libro sobre la crisis y la corrupción como telón de fondo. ¿Cómo nace esta nueva obra?
Pues estaba yo un día tan contento con la crisis y dije: voy a escribir un libro para que se ria la gente un poco… En realidad, el libro surge por iniciativa de un amigo mío con mucha vinculación con Segovia, el abogado Pedro Moreno Hernández, al que le gusta mucho mi humor y cosa rara, cree en mi, y pensó que haciendo una recopilación de los artículos que he ido publicando en «El Corral del Mudo» incidiendo sobre la crisis y la corrupción, podría surgir un libro. Gracias a el, y a Carola Moreno, que está al frente de Ediciones Barataria, ambos me han cogido a traición y por eso está este libro en la calle, que es el de ustedes.
El contenido del libro se nutre principalmente de artículos sobre la crisis y la corrupción, aunque en otros me pongo a filosofar sobre la existencia, porque de vez en cuando los humoristas nos metemos a filósofos, que es algo terrible. Pero el grueso del libro son los artículos con los que denuncio esta situación que estamos sufriendo sobre todo los países del sur de Europa, a la que no vemos la salida, ni las luces ni los brotes verdes, sólo oímos a la señora Merkel diciendo desde Alemania que más recortes y más austeridad. Ante esa situación hay varias soluciones, una es morirse, otra es coger una antorcha y un ladrillo y otra es enfocarlo desde el prisma del humor. Si la poesía es un arma de futuro, el humor es un arma cargada de presente, con el que se pueden decir muchas cosas que, burla burlando, hacen mucho daño o mucho bien, depende de quien reciba la pildorita o el misil.
La razón principal para tener este libro es que es muy sano leer. Es un libro que no es caro, y que no es una novela. Se puede abrir por cualquier lado al ser artículos suelto. Es pequeño, cabe en cualquier sitio, y pesa poco. También se puede ver mi ironía para analizar los temas, sin ser solemne ni intentar hacer una obra cumbre, pero si pensar en lo que quiero decir sin emplear un tono dogmático
¿Nos podemos reir de la crisis?
Yo creo que hay que reirse de todo, porque cuando hablamos de reirnos no es de esa risa de tirar las patas por alto ni la que nos produce la caida de una señora. Podemos y debemos enfocar la crisis con el humor, y de hecho es un buen ejercicio.
En septiembre se cumplen ya cuatro décadas de humor en EL ADELANTADO. ¿Cómo llega Madrigal al periódico?
El primer chiste que publiqué ya se me ha olvidado, y hasta hace poco si lo recordaba. Me acuerdo que fue en una sección que me inventé que era «El ojo de Madrigal», que empezó a través de Pedro Moreno. Entonces EL ADELANTADO era muy divertido, soplaban aires nuevos y estábamos ya en el tardofranquismo. Yo estaba viviendo en Madrid, y me llamaron Angel Vilches y Carlos Herranz para incorporar mi firma al periódico porque quería tener un chiste diario y semanal.
En este tiempo hemos visto nacer y crecer a muchos personajes como Jondere, Frutos de Frutos, Marilyn Monroe Matarranz… ¿Cómo han ido creciendo contigo?
Es muy curioso. La tira de Frutos de Frutos surge espontáneamente junto a personajes como la señora Gervasia, Doña Casiana, Marilyn Monroe, que es un pibón que llega en Agosto a Cassetes de Riomoros… Poco a poco los personajes son los que han ido mandando en la historieta y ahora se han independizado y viven solos.
Con el Corral del Mudo pasa lo mismo, la base de los artículos es el pasadizo de la Calle Escuderos, y en su día pensé que allí habría un personaje, un alter ego que me llevaba la contraria, algo muy bueno, y ahora también anda solo, y exige, aunque yo lo ayudo un poco. Ya no cuesta tanto trabajo, porque surgen solos. Las criticas de arte me costaban más trabajo porque había que ver todas las exposiciones, en las exposiciones había amigos, otros que se convertían en enemigos porque no ponías lo que querían leer, pero los chistes o las tiras me lo hacen pasar muy bien.
El hecho de realizar un dibujo semanal exigirá estar muy pendiente de la actualidad
Hay que estar atento, leer el periódico, oir la radio, ver la televisión con sus cosas buenas y malas. El humor en los periódicos permite de vez en cuando algún brindis al sol de humor un poco surrealista, pero normalmente exige humor cercano a la realidad, y a veces que trascienda lo provincial, y el humorista que no está cerca de lo que pasa a su alrededor no puede hacer un buen chiste. A veces en ocasiones la gente me para por la calle, diciendo que les gustan mis chistes pero que a veces no los entienden. A mi me dan ganas de preguntarle si leen el periódico todos los días, porque si no lo hacen, no pueden entender el sentido de un chiste si no lo leen.
¿Algun dibujo o artículo te ha causado problemas en este tiempo?.
Tengo que decir que nunca he tenido ningún problema en los dibujos de humor y los artículos, y eso es un tanto que se tienen que apuntar los sucesivos directores y Carlos Herranz. El único problema que tuve fue hace poco con un artículo del Corral del Mudo con un artículo sobre el expolio de Caja Segovia que hemos sufrido los segovianos que daba nombres y con el humor hacía daño, y tras solventar algunas pegas y algún «poup parlee», finalmente se publicó. En los tiempos duros, después del 23-F,. los mismos humoristas eramos nuestros propios censores, y el periódico vivió también tiempos duros, pero finalmente se superaron.