La Gerencia de Atención Especializada programa el cierre de camas en la planta de Cirugía y Nefrología del Hospital General durante el periodo navideño.
La programación está siendo acogida con extrañeza y desconfianza por parte de grupos de trabajadores del centro pues aseguran que hasta ahora no se había aplicado una supresión de camas en este servicio y en estas fechas. La secretaria provincial de Satse, Sara Matesanz, a la que ha consultado esta redacción, asegura que “en verano sí se habían cerrado camas en el hospital, pero en Navidad y en Cirugía, es la primera vez”. “Además, —añade Sara Matesanz— la tercera planta de hospitalización en estas fechas suele estar bastante ocupada, como mucho con tres o cuatro puestos vacíos”. Sin embargo, distintos profesionales sanitarios han señalado a esta redacción que la intención de la dirección del hospital es cancelar más de 30 camas de la planta de Cirugía y Nefrología, incluyendo puestos de diálisis, a partir del 21 de diciembre y sin que haya trascendido la fecha de recuperación. Si se aplicará esta medida supondría una reducción cercana al 50 por ciento del servicio, que se traduce en “el cierre de un ala de la tercera planta de hospitalización”, según la representante del colectivo de Enfermería.
La Gerencia de Atención Especializada ha evitado dar datos precisos sobre fechas y número de puestos afectados y se ha limitado a hacer referencia a “una redistribución de camas de acuerdo al índice de ocupación que presenten en cada momento los distintos servicios del Hospital General”.
Según ha explicado la dirección del centro se está modificando el sistema de gestión de los recursos en relación al uso de camas que, con anterioridad se distribuía en relación a periodos concretos del año. “Este sistema que se hacía depender de fechas ha cambiado —indica la Gerencia—y en este momento la redistribución de camas se lleva a cabo en función de la situación real de ocupación y funcionamiento de cada uno de los servicios, teniendo siempre en cuenta los que generan más o menos necesidades de hospitalización”.
Este sistema permite un mejor funcionamiento por mayor flexibilidad y capacidad de adaptación. Es menos rígido, lo que se traduce en más eficiencia y calidad, concluye la dirección de Atención Especializada.
