El Gobierno aprobará la reforma del sistema de pensiones el 28 de enero y la enviará de inmediato al Parlamento para su tramitación, según anunciaron ayer los vicepresidentes primero y segundo, Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado, respectivamente, tras la reunión del Consejo de Ministros. Ésta aseguró que el cambio más importante que queda por hacer es retrasar las jubilaciones y, probalblemente ampliar el período de cómputo para calcular la prestación, medidas que están destinadas a «dar confianza», y que, siempre según la socialista, deben «reforzar el sistema de la Seguridad Social».
No obstante, poner fecha «no significa» que el Gobierno renuncie al acuerdo, según aclaró el ministro del Interior, quien explicó que, «a juicio del Ejecutivo, el tiempo ha terminado, llevamos meses discutiendo y creemos que es bueno fijar un día».
Además, la titular de Economía informó que, a partir de enero, los nuevos funcionarios, cualquiera que sea el cuerpo y la administración en la que se integren, se incorporarán al Régimen General de la Seguridad Social y no al de clases pasivas, que quedará en situación de extinción.
En cuanto a la supresión de la ayuda de los 426 euros a parados sin ingresos a partir de febrero, fecha en la que expira el programa vigente, Salgado recalcó que no se ha incluido en el decreto de medidas económicas porque no era necesario. Así, explicó que la posibilidad de prorrogar esta ayuda se eliminó hace meses y que, por tanto, no ha sido necesario aprobar ninguna actuación adicional.
Lo que no aclaró es si el Gobierno, en el marco de la reforma de las políticas activas de empleo, diseñará un nuevo apoyo para los desempleados que agoten sus prestaciones, tal y como sugirió en varias ocasiones el ministro de Trabajo.
Además, se contratarán 1.500 orientadores de empleo para los servicios públicos de trabajo y se prorrogará, hasta diciembre de 2012, la permanencia de los 1.500 que hay desde 2008. Éstos se dedicarán a efectuar itinerarios personalizados a los desempleados, «especialmente a los que agotaron prestaciones contributivas».
Asimismo, tal y como se anunció, el precio de las cajetillas de tabaco sube -18 meses después del último incremento-. Curiosamente, a lo largo de la mañana, Salgado indicó que el alza sería «moderado».
Horas después, este concepto quedó relativizado al fijarse en un 28 por ciento. La considerada por muchos azote de los fumadores indicó que lo considera «oportuno» por razones de salud pública «fundamentalmente», teniendo en cuenta el endurecimiento de la ley del tabaco a partir de enero, con la prohibición de fumar en todos los lugares públicos.
