El Gobierno presentó ayer a los agentes sociales -empresarios y sindicatos- su propuesta de reforma laboral, tan largamente reclamada, que plantea la posibilidad de incorporar modificaciones en el contrato indefinido de fomento del empleo, que tiene un despido más barato, para ampliar su utilización, así como reforzar la actual contratación a tiempo parcial.
En su comparecencia, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que este plan no supondrá «una pérdida de derechos para los trabajadores».
El mandatario abrió la puerta a cambios en el uso del actual contrato de fomento del empleo, cuya indemnización por despido improcedente es de 33 días por año trabajado, de forma que su utilización por parte de las empresas se pueda extender y se abra a más colectivos. «Hay que usar todo su potencial», señaló Zapatero, quien, sin embargo, dejó claro que no habrá pérdida de derechos en las indemnizaciones por despido y que no se ha planteado ninguna propuesta nueva de contratación.
Actualmente, el empresario puede efectuar este contrato con jóvenes parados de entre 16 y 30 años, trabajadores en desempleo mayores de 45 años, personas con discapacidad, desempleados que lleven inscritos en el Inem al menos seis meses ininterrumpidos, y mujeres en paro cuando se contraten para prestar servicios en profesiones u ocupaciones con menor índice de empleo femenino.
Además, la modalidad de fomento del trabajo estable, creada en la reforma de 1997, puede aplicarse a los asalariados que, en la fecha de celebración del nuevo contrato, estuvieran empleados en la misma empresa mediante un contrato temporal celebrado antes del 31 de diciembre de 2007.
El presidente resaltó que la propuesta presentada a los agentes sociales es un «marco abierto y negociable» para fomentar la contratación indefinida, que no contiene medidas para abaratar los costes del despido, e insistió en que las propuestas del Gobierno no supondrán «una pérdida de derechos para los trabajadores».
Durante su intervención, Zapatero detalló que el documento incluye ocho líneas de actuación que el Ejecutivo cree necesario abordar: combatir la excesiva temporalidad del empleo y reformar el contrato parcial, promover un programa específico para fomentar el trabajo entre los jóvenes con menor cualificación, reformar los servicios públicos de empleo, revisar las bonificaciones a la contratación, negociación colectiva y flexibilidad interna de las empresas.
El plan contempla también la aplicación y desarrollo de actuaciones para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres, controlar el absentismo laboral y reforma y fomento del uso de la reducción de la jornada.
Al referirse a la reforma, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, señaló que se ha hecho «pensando en los trabajadores, pero también en la empresa» y avanzó que «la flexibilidad en un mundo globalizado y cambiante es necesaria».
en la dirección correcta. Tanto el dirigente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, como los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, manifestaron una buena a cogida al documento. Así, Díaz Ferrán calificó de «positivas» las medidas del Ejecutivo, pues cree que «van en la buena dirección» para una reforma que considera «imprescindible».
El empresario avanzó que se iniciará de forma inmediata un «diálogo tripartito constructivo y leal para poder llegar a un acuerdo lo antes posible». Por ello, apostó por desarrollar este proceso de diálogo «de manera rápida» y «con profundidad».
Los líderes sindicales, por su parte, valoraron la propuesta como una apuesta por una mejor utilización del actual marco de contratación. En rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, Méndez afirmó que en la reforma no hay un «giro brusco», como en materia de pensiones, y supone una propuesta «flexible» y «discutible».
Toxo subrayó que, después de su primera lectura, el documento no hace referencia a una nueva modalidad de contratación o sobre el coste del despido, y sí se refiere a una propuesta sindical, la del llamado modelo alemán, «que supone una apuesta por la reducción de la jornada para intentar sostener el empleo».
