El ministro de Fomento, José Blanco, dio un nuevo paso en su particular lucha contra los controladores aéreos y afirmó ayer que llevará hoy al Consejo de Ministros un Decreto de Certificación del Nuevo Personal de Servicios de Navegación Aérea para su aprobación.
Este anuncio supone que se avance más en lo marcado por la ley que regula este sector, que fue aprobada hace cinco meses por el Gobierno y que hacía hincapié en cómo se deberían prestar los servicios de tránsito aéreo en el futuro.
El nuevo precepto supone que se puedan privatizar los servicios de navegación de los aeropuertos y que se dé la posibilidad de que cualquier empresa europea cualificada pueda trabajar en las torres de control de los aeropuertos. De esta forma, saldrán a concurso en octubre y el proceso de selección se completará antes de final de año.
Según Blanco, una vez que se apruebe esta medida por el Consejo de Ministros, se va a convocar un concurso para estos nuevos proveedores, y se confía en que puedan entrar a desempeñar sus funciones antes de fin de año.
En la comparecencia del titular de Fomento hubo un tenso diálogo entre el ministro y el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien acusó al socialista de actuar con «manu militari» con los controladores españoles.
Llamazares añadió que no es contrario a la abolición de los privilegios, pero que actuar de la forma que se ha hecho con los controladores, a través de un decreto, «me da miedo», porque cualquier día se aplica esa forma «a mí o al resto de los trabajadores».
Asimismo, la opción anunciada hace unos días por Blanco de poder utilizar de forma «excepcional» a los controladores militares, «no es una medida que nos guste», dijo.
El ministro respondió que lo importante es que si hay alguien que no cumpla su función, se puedan suplir de alguna forma para garantizar un servicio público, y que «eso se puede garantizar con los controladores militares, actuando en condiciones de seguridad y prestación del servicio».
Respecto a los problemas suscitados por las bajas de estos trabajadores en los último días, que el Gobierno considera como una protesta precisamente tras la entrada en vigor de la nueva Ley, Blanco se mostró tajante y advirtió de que las causas aducidas para su absentismo -el estrés y la fatiga- «son incompatibles con ser controlador aéreo».
Además, comentó que esto es así porque estos empleados deben superar una serie de prueban psicofísicas «incompatibles con el estrés», por lo que si éste se produce «habrá que replantearse si cumplen los requisitos» para el ejercicio de su profesión. «Por lo tanto, habrá personas que deberán de coger no una baja temporal, sino una definitiva», incidió el ministro, quien remarcó que así lo estipulan las normas.
De este modo, el ministro aludió a que se trata de solucionar un tema que viene de años atrás y que su actuación no es sino la de defender los derechos que tienen los ciudadanos.
Blanco destacó que, desde el primer día de ocupar el Ministerio, «he asumido un compromiso para resolver un problema y hacer justicia, buscando una mayor productividad» de ese colectivo.
