Mientras todavía muchos ciudadanos recuerdan al presidente del Gobierno garantizar el pasado mes de mayo en tono tan solemne como creíble que «en breves semanas» el Ejecutivo socialista introduciría un nuevo impuesto destinado a gravar las rentas más altas, ayer mismo la número dos del Gabinete, María Teresa Fernández de la Vega, se encargó de confirmar que aquella era solo otra de las muchas promesas lanzadas al viento con la única intención de generar titulares y rotas luego de manera impune por el jefe del PSOE.
Según la vicepresidenta, esa reforma fiscal, que su jefe vendió meses atrás como inexcusable por la necesidad de que los más pudientes contribuyeran en mayor medida a la salida de la crisis, «se hará en los próximos Presupuestos» Generales del Estado para 2011. La socialista anunció además que durante los meses venideros los españoles «tendremos que seguir apretándonos el cinturón» y explicó que las cuentas públicas del año entrante van a ser «austeras». Según De la Vega, la situación «exige esfuerzo y ese esfuerzo lo tenemos que hacer entre todos». Sin recordar que, por el momento, tal sacrificio ha recaído por completo en los funcionarios y los pensionistas, la vicepresidenta sí proclamó que el Gobierno mantendrá los principios de «proporcionalidad y equidad, para que paguen más los que más tienen».
En cuanto al Debate sobre el estado de la Nación, De la Vega explicó que fue «una oportunidad perdida por parte del líder de la oposición» y sostuvo que en el PSOE se sienten «razonablemente satisfechos» con el resultado del duelo parlamentario entre Zapatero y Mariano Rajoy. Según la vicepresidenta, en el debate se demostró que el Gobierno tiene «un proyecto muy importante que está empezando a dar resultados», mientras que Rajoy está «sin programa».
Además, la vicepresidenta censuró la «falta de respeto» del dirigente conservador por no asistir al segundo día del debate y sostuvo que fue un «lamentable espectáculo» que «dice mucho de su posición». En su opinión, es «insólito» que el líder de la oposición «falte de tal manera al respeto» a los grupos minoritarios.
Lejos de la complacencia de la socialista, ayer se supo que todos lo grupos de la oposición utilizarán la votación de las propuestas de resolución del debate, que tendrá lugar el martes, para infligir una nueva derrota al PSOE, la que será la cuarta ante el Pleno, exigiéndole en bloque la retirada de la disposición incluida en el decreto de medidas de ajuste aprobado en mayo que contempla la suspensión de la revalorización automática de las pensiones en el próximo año 2011.
