europa press / madrid
El titular de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, adelantó ayer que el Gobierno utilizará a las entidades nacionalizadas «de una forma razonable y racional» para impulsar el crédito a la economía. Al respecto, señaló que «no todo el mundo» se merece un préstamo, porque hay empresas que se han sobreendeudado, y recalcó que son las pymes las que deben concentrar el esfuerzo crediticio.
El ministro también descartó una fusión entre los bancos con capital público, Bankia, Catalunya Banc y Novagalicia, de los que puntualizó que son entidades «muy saneadas, muy solventes y con muchísima liquidez».
Asimismo, añadió que lo que habrá, será una coordinación de comportamientos entre estas empresas financieras, pero no una fusión, porque la idea es que mantengan su independencia con vistas a su futura privatización.
En el caso de Bankia, De Guindos recordó que se inyectaron 22.000 millones de euros y que se le ha comprado «todo el crédito malo», con lo que en la actualidad es uno de los grupos más saneados y solventes de Europa», y añadió que «algo parecido» ocurre con las otras dos entidades nacionalizadas.
Al mismo tiempo, el titular de Economía descartó que Catalunya Banc se vaya a integrar en Bankia y aclaró que, tras el dinero invertido, la intención del Gobierno es «no malvender» la firma catalana.
El ministro insistió en que Bankia es una institución «mucho más sólida» de lo que era hace un año, sin que existan dudas sobre su futuro, y reconoció que, a toro pasado, la integración de varias entidades para constituir lo que ahora es Bankia fue un «error», como también lo fue la salida a Bolsa de la entidad. Sobre la marcha de Rodrigo Rato de la Presidencia del banco, el ministro aseguró que su salida fue una decisión «absolutamente personal» y que el Gobierno no le pidió que se fuera. De Guindos admitió que, para él, fue una situación complicada, pero añadió que fue Rato quien le planteó su marcha y que el que propuso al que hoy es su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri.
«Fueron decisiones absolutamente voluntarias», insistió el popular, que añadió que, en su opinión, Rato, a quien le une una «magnífica relación personal», ha sido «el mejor ministro de Economía de la democracia».
Por otro lado, De Guindos afirmó que el Gobierno reducirá los impuestos si es compatible con la reducción del déficit y, en el caso del IRPF, indicó que la subida era para dos años (2012 y 2013) y que este peaje estaría entre los que se reducirían.
En cambio, rechazó de forma contundente que el Ejecutivo contemple aumentar otra vez el IVA, y aseguró que en estos momentos no está sobre la mesa, «en absoluto», subir otras tasas. Dicho esto, afirmó que si bien el aumento del IVA fue el «menor de los males», la política fiscal que ha llevado a cabo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha sido «uno de los mayores éxitos» de la política económica del Ejecutivo.
En este sentido, afirmó que el Gabinete popular ha conseguido reducir el déficit y controlar más a las comunidades autónomas, mérito que atribuyó a Montoro, con el que aseguró que tiene «una magnífica relación personal y también profesional», por lo que achacó a «leyendas urbanas» su supuesta mala relación con el titular de Hacienda.
De Guindos, que no quiso hablar de brotes verdes, pero sí consideró que la economía española está hoy mejor que hace un año, señaló que a finales de 2013 ya habrá crecimiento positivo, tras dos primeros trimestres con caídas del PIB y un tercer trimestre con crecimiento prácticamente cero. No obstante, admitió que para crecer a ritmos del 2% «falta un poco».
Alivio para los poseedores de preferentes.- El responsable de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, explicó ayer, refiriéndose a las preferentes, que se «está intentando dar una salida» a un problema que, según recordó, «no generó» este Gobierno.
«Lo que me toca es buscar soluciones, que no son sencillas, pero a través de los procesos de arbitraje y del canje, en las próximas semanas en las entidades nacionalizadas habrá un alivio para estos tenedores de preferentes», subrayó el ministro, que puntualizó tajante que este producto «nunca se tenía que haber vendido a un ahorrador tradicional».
El economista subrayó también que España devolverá a Bruselas los 40.000 millones de euros del rescate bancario a través de la venta de los bancos nacionalizados, para lo que dispone de un plazo de cinco años.
De Guindos indicó que el dinero concedido para el saneamiento de la banca española no es mucho más de lo que se ha inyectado de media en Europa, aunque sí se hizo en mejores condiciones.
Sobre las críticas del exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, acerca de la actuación en Bankia, el mandatario afirmó que «si uno mira continuamente para atrás, puede acabar convertido en estatua de sal». «Hay que aprender de los errores. El FROB ya ha tomado acciones contra aquellos gestores que consideran que han hecho cosas que no son correctas», señaló.
