Así, la rebaja del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones han recibido 169 votos a favor de todos los diputados del PSOE, 168 en contra -procedentes de los escaños del PP, PNV, ERC, IU, ICV, BNG, Na Bai, UPyD- y 13 abstenciones que han permitido al Ejecutivo obtener «luz verde» para sus medidas de recorte.
El pleno de la Cámara ha rechazado además tramitar el decreto-ley como proyecto de ley -lo cual alargaría su aprobación definitiva y permitiría modificarlo a través de enmiendas- por 169 votos en contra, 168 a favor y 13 abstenciones.
El resultado de la votación, según el jefe del Ejecutivo, fue «el esperado» ante un texto «difícil» y agradeció a los grupos que se han abstenido su «responsabilidad» para facilitar la convalidación del decreto.
Durante su intervención en el debate, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, defendió que estas medidas son «imprescindibles y urgentes», así como determinantes para la economía en los próximos años.
Reiteró que las dos preocupaciones principales del Ejecutivo son el paro, «objetivo absolutamente prioritario», y la reducción del déficit, «condición imprescindible para impulsar la actividad económica y el empleo».
Tras su comparecencia, Salgado reprochó en los pasillos del Congreso la actitud del PP «muy poco responsable y muy poco europea», al tiempo que advirtió a la derecha de que «algún día» habrá que recordarle su voto negativo.
El líder del PP, Mariano Rajoy, aseguró durante su intervención en el pleno que su partido no puede contribuir a que «el principal problema de la economía española», el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, continúe en el cargo.
En su opinión, se trata de un decreto «improvisado, injusto e insuficiente» que no genera empleo ni riqueza, rompe los acuerdos del Pacto de Toledo, se ha hecho sin hablar con nadie y lo presenta y promueve «una persona», el presidente del Gobierno, que «es el peor lastre para la economía española».
Solo. El Gobierno admite que se ha quedado solo en el Congreso y que tiene que reconstruir los apoyos parlamentarios que «ahora no tiene», después de que la Cámara haya convalidado con los únicos votos a favor del PSOE el decreto ley con las medidas de ajuste, pero rechaza tajantemente que Zapatero haya sido derribado.