La responsable del área de Juventud de CC.OO. Segovia, Sonia Colorado, y el secretario provincial del sindicato presentaron ayer en rueda de prensa una campaña informativa sobre «las consecuencias negativas de la reforma laboral en los trabajadores más jóvenes». El material de dicha campaña lo conformarán todo tipo de panfletos explicativos, carteles y documentos resumen de la reforma desde el punto de vista de la situación de los jóvenes ante el empleo.
Sólo en el mes de julio en Segovia, según informó Velasco, el número de parados era de 9.190, de los cuales 1.217 eran jóvenes menores de 25 años. De entre ellos, 469 estaban registrados en el sector servicios y 413, en el colectivo de «sin empleo anterior». Además, en Castilla y León durante el período 2007-2009, las tasas de empleo en los menores de 25 años descendieron en torno a 7 puntos porcentuales pasando del 37,6% al 30,72%. Y las tasas de paro en el mismo sector poblacional aumentaron en 14,2 puntos porcentuales, pasando del 17,43% al 31,72%.
A partir de estos datos, CC.OO. ha iniciado su campaña, que constará de dos momentos: un primero de carácter informativo sobre la reforma laboral y un segundo que tendrá lugar durante el mes de septiembre y en el que se animará a todos, trabajadores y trabajadoras jóvenes, estén activos o en paro, a participar en la huelga general.
«Creemos que la reforma laboral recientemente aprobada desde el Gobierno no hace frente a las necesidades que los jóvenes plantean en el mercado laboral», afirma Ignacio Velasco. Por ello han planteado una serie de medidas dirigidas a las personas jóvenes. Algunas de ellas son el trabajo por la estabilidad del empleo y la eliminación de la temporalidad injustificada; fomentar la utilización de los contratos para la formación o en prácticas como alternativa al recurso creciente de las becas y otras figuras atípicas; controlar que la formación sea efectiva; o mejorar las condiciones de trabajo, especialmente en relación a la retribución y la clasificación personal.
Desde CC.OO. afirman que el desempleo juvenil es un problema estructural ligado al sistema productivo y requiere medidas profundas para su erradicación. Consideran que las medidas adoptadas en el Real Decreto Ley 10/2010 de 16 de junio, no se orientan en dicha dirección, si no que inciden en las relaciones laborales, lo que dará lugar a una mayor precariedad laboral juvenil.