El director del Instituto de Fusión Nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid, Manuel Perlado, quien además tiene orígenes segovianos —su padre es mitad segoviano, mitad abulense , su madre es de Garcillán y él tiene una casa en Gallegos — ha liderado la mesa en el curso denominado ‘Materiales avanzados bajo irradiación y su desarrollo en Fusión y Fisión nuclear: el papel de la ICTS Techno Fusión’.
Este curso de verano contó, además, con la participación de científicos reconocidos internacionalmente del Laboratorio Nacional Lawrence Livermobre de Estados Unidos; del Instituto de Ingeniería del Láser de la Universidad de Osaka; del CAMECA (Francia); del ESS de Bilbao; o del CEIT de San Sebastián, entre otros.
La temática se desarrolló en dos días, entre el día 6 y ayer día 7 de julio, y quiso tocar varios puntos. Así, en la sesión del miércoles se presentaron los grandes problemas de la fusión nuclear y las fuentes para irradiar los materiales estructurales y funcionales y los componentes de las futuras plantas de potencia de fusión y fisión; por otra parte, en la jornada de ayer se trataron los modelos y las técnicas de caracterización de dichos materiales.
El objetivo, según el director del Instituto, es mostrar a los alumnos todo lo que se ha progresado en este campo. Todo ello, bajo sistemas experimentales.
Alrededor de treinta alumnos llenaron el salón del Centro de Congresos y Convenciones de La Granja de San Ildefonso con un interés concreto: “analizar la función y las utilidades de los reactores nucleares del futuro. Ahora mismo no existen plantas que alberguen este tipo de materiales porque de lo que se trata es de unir los núcleos en vez de romperlos. Serían plantas seguras, limpias y que emplearían recursos naturales”, determina Perlado.
Hoy existe una iniciativa, la puesta en marcha de la Fundación Techno Fusion, que apoyaría la creación de una construcción que albergaría todos las instalaciones para trabajar estos materiales.
Pero lo cierto es que en la actualidad todo lo relacionado con la energía nuclear da cierto respeto al ciudadano de a pie ya que hay precedentes de escapes radiactivos que han ocasionado graves accidentes como el de Chernobil. Sin embargo, la intención de estos profesionales es que el trabajo en estos materiales avanzados se convierta, en la menor medida posible, en radiactivos. “Es probable que, a largo plazo, este tipo de plantas acabe sustituyendo a las actuales”, augura el director.
