Un año más, a pesar del pronóstico de nieve y viento previsto –que superó los 100 kilómetros por hora– acudieron fieles a la cita montañeros de las provincias de Segovia, Burgos Valladolid, Ávila y Madrid que, acompañando al Grupo de Montaña Diego de Ordás, realizaron la trigésimo séptima Travesía de la Mujer Muerta.
El tiempo fue propio de la época invernal, y en algunos momentos puede decirse que ‘infernal’. Durante las primeras horas del recorrido el viento y la niebla hacían muy difícil el avance. Las huellas de los que iban primero, quedaban borradas en poco tiempo, de manera que la cordada escoba tuvo en ciertos momentos que hacer uso de la brújula y el GPS para avanzar de manera segura.
Aunque hubo mucho viento, incluso ventisca, a media jornada sobre las tres de las tarde, la meteorología mejoró, permitiendo a los participantes disfrutar en toda su extensión de las espectaculares estampas que se disfrutan desde las cimas de la Mujer Muerta.
La travesía comenzó a las 9:10 horas y terminó a las 18:20, y la marcha se inició con 94 participantes, finalizando con 72 montañeros.
La jornada, aparte de un pequeño refrigerio a la salida y dulces en los controles, finalizó con un tentempié a base de jamón serrano, queso, chorizo, pan y vino de la tierra, como es habitual en este encuentro montañero.
La actividad estuvo subvencionada por el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Segovia y contó con la colaboración, de la Diputación de Segovia y el Ayuntamiento de Ortigosa del Monte. Unos apoyos que permiten obsequiar a los participantes con distintos regalos, y que supone un empuje al deporte segoviano de montaña.
La excelente organización, la participación y el ambiente cordial entre todos los asistentes fue ron las notas predominantes de la jornada, por lo que el grupo de montaña Diego de Ordás quiere dar las gracias a todos, quedando emplazados los participantes a la cita del año que viene, que será el tercer domingo de febrero.