El fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota mantuvo ayer su petición de 10 años de cárcel para el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y el ex secretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga, al considerarles «dirigentes» de ETA por el «papel relevante» que asumieron en Bateragune y porque «no han renunciado a los fines y métodos» de la banda.
El letrado ironizó con el alias de Ronaldinho atribuido a Otegi
-«se decía que es por la habilidad de esta persona en hacer estrategias»- para asegurar que «esa virtud no le ha permitido nunca pasar la raya de lo ilegal a lo legal».
«Seguimos haciendo quiebros, pero al término del partido, continuamos estando en el lado de la ilegalidad, del soporte a ETA», agregó.
El represesentante del Ministerio Público añadió que «no es creíble» que el ex portavoz de Batasuna actuara «sin una estructura» y, de hecho, le consideró el «líder» de la misma. «Creemos que es el referente de los demás imputados, como ellos mismos han dicho», sentenció.
Por su parte, la acusación popular, ejercida por la asociación Voces contra el Terrorismo Verde Esperanza, mantuvo su petición de 14 años de cárcel para cada uno de los acusados de intentar reconstruir Batasuna a través de Bateragune, al entender que esta comisión «sería un teatrillo de ETA».
La decisión del fiscal fue recibida con lamento desde el mundo de la izquierda abertzale, que consideró que con las penas que reclama el Ministerio Público «el Estado español ha vuelto a dar la espalda a la nueva era abierta en Euskal Herria».
Mientras, la Policía francesa volvió a asestar un golpe a la banda al detener en la localidad gala de Cahors al histórico miembro de ETA Daniel Derguy.
El arresto se produjo a primera hora de la mañana en virtud de dos órdenes europeas de detención y entrega dictadas por la Audiencia Nacional y se prevé que el terrorista sea hoy entregado a las autoridades españolas.
Derguy, nacido en 1960, fue captado por la banda en 1987 por el dirigente Henri Parot y, durante su estancia en prisión, fue portavoz del colectivo de presos etarras en Francia.
Por otro lado, la moción de rechazo a ETA propuesta por el PP fue aprobada ayer en el Ayuntamiento de Ermua (Vizcaya), con el respaldo de los populares y el PSE, si bien, como era de esperar, Bildu rehusó emitir su voto, mientras que PNV y EB se abstuvieron.
La propuesta, que ha sido presentada en diversos consistorios vascos, fue debatida por primera vez en Ermua y expresa su «condena, rechazo y repulsa» a los 857 asesinatos cometidos por la banda, al tiempo que exige su «disolución definitiva e incondicional», así como «la entrega de las armas y la puesta a disposición de la Justicia» de sus miembros.
Bildu, por su parte, leyó un escrito en el que ofreció a todas las fuerzas políticas, «sin exclusiones ni vetos», analizar «qué pueden hacer los ayuntamientos para avanzar hacia la paz».
Mientras, PNV y EB expresaron su rechazo a ETA, pero decidieron abstenerse en la votación.
