El fiscal militar de Líbano, Saqr Saqr, presentó cargos por terrorismo contra 43 ciudadanos sirios, entre ellos Ahmed Yomaa, cuyo arresto el pasado 2 de agosto derivó en fuertes enfrentamientos entre milicianos islamistas y el Ejército en la localidad de Arsal.
En base a las informaciones facilitadas por el diario libanés ‘An Nahar’, diez de los sospechosos se encuentran detenidos, mientras que el resto consiguió fugarse. Entre ellos están varios ‘emires’ en los frentes de batalla en Siria, así como comandantes de brigada en la localidad siria de Qalamun.
Atentados
Todos ellos fueron acusados de planificar atentados en territorio libanés, hacerse con el control de parte del territorio del país, asesinar a soldados y civiles, sabotear vehículos militares, y provocar daños a propiedades públicas y privadas. Los acusados podrían ser condenados a muerte en caso de ser declarados finalmente culpables.
El Ejército libanés elevó el martes a 19 el número de soldados muertos a causa de la ofensiva del grupo extremista suní Estado Islámico y varias milicias asociadas en Arsal, ubicada cerca de la frontera con Siria.
El grupo ‘yihadista’ ofreció a las autoridades de Líbano intercambiar a los milicianos encarcelados en el país por los 19 soldados que capturaron durante su ofensiva que se prolongó por espacio de cinco días en la ciudad. La incursión del Estado Islámico en Arsal es la más grave desde que comenzó la guerra civil siria, en el mes de marzo del año 2011.
El Estado Islámico proclamó a finales del pasado mes de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización islamista se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.
Campañas
Desde entonces, el grupo islamista radical lanzó numerosas campañas de venganza contra la comunidad chií y otras comunidades minoritarias de las zonas que controla, como la cristiana y la yazidí, ejecutando a decenas de personas y destruyendo numerosos lugares de culto.
