Titirimundi 2012, la vigésimo sexta edición del Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia, llega hoy martes a la jornada de clausura, después de cinco intensos días de actividad en calles, plazas, patios, iglesias, teatros y otros espacios. Y el festival acaba con la mirada puesta en Madrid, ya que la celebración hoy, 15 de mayo, de la festividad de San Isidro, hace pensar en una llegada importante de visitantes madrileños.
En esta última jornada, Titirimundi ofrecerá una quincena de actuaciones. En los espacios cerrados, el segundo y último pase de Karyatides en La Alhóndiga y La Pendue en la antigua Cárcel.
En los patios, hasta seis funciones del Circo de las Pulgas en la Casa de Antonio Machado; y en las calles las propuestas de A bout de ficelle, Muñecos animados y El Retablillo, que ofrecerán diversas funciones, en horarios de mañana y tarde, en los céntricos escenarios de la Plaza Mayor, la Plaza de San Martín y la Calle Real, en las escaleras ubicadas entre la Biblioteca Pública y la iglesia de San Martín.
Además, el alemán Bruno Pilz, que de cinco de la tarde a diez de la noche ofrece, cada diez minutos, en el Bar Menorá, su peculiar espectáculo de cinco minutos para solo dos espectadores, “Lacrimosa”; y el carrusel Magique, que continúa instalado en el Azoguejo, junto al Acueducto, y que permanecerá aún en Segovia unos días más.
Esta vigésimo sexta edición del festival que dirige Julio Michel arrancó el pasado jueves, con la inauguración oficial, en el Juan Bravo, a cargo de los chilenos Cinemateatro y su espectáculo “Gemelos”. En estos seis días, hasta hoy martes, estaban previstas 376 funciones, 251 de ellas en Segovia capital; en 29 espacios de la ciudad (plazas, calles, patios, iglesias y teatros), con la participación de 34 compañías de doce países (Alemania, Bélgica, Bosnia, Burkina Fasso, Canadá, Chile, Eslovenia, España, Francia, Italia, Perú y Reino Unido).
Con un presupuesto cercano a los 300.000 euros, unos 60.000 euros menos que en 2010 (en 2012 el festival tuvo más dinero por cumplir sus 25 años), Titirimundi ha contado este año con más compañías españolas que en otras ediciones y también más compañías pequeñas, de uno o dos actores, que suponen un gasto menor, “aunque sin merma alguna en la calidad”, según subrayaba Michel. Además de las españolas, han tenido un peso importante en el festival las compañías francesas, uno de los países donde más activa es la creación contemporánea en torno al títere y el teatro de objetos.