Casi dos horas de magia llenaron el Patio Central de la Real Fábrica de Cristales de La Granja el sábado por la noche en la Gala Internacional en la que participaron el alemán Topas, el francés Arno, el sueco Jerome Helfenstein y el español Yunke. Todo ello, conducido por el gran Luis Piedrahita, cuyos monólogos cargados de humor se metieron al público en el bolsillo.
Ahora, después de tres intensos días de festival, es el momento de hacer balance. Si en algo coincide la organización, es en que este año las cosas han ido de manera más fluida que en la anterior edición. Y si el año anterior más de 50.000 personas participaron en los espectáculos que el municipio ofreció, en esta edición el lleno también ha sido absoluto. “La gala del sábado se llenó y la gente tuvo que quedarse en la puerta, una lástima”, asegura una de las organizadoras del festival, Beatriz Serrano. Tanto la Gala unipersonal de Anthony Blake, del viernes, como la del sábado, de artistas internacionales, registraron un aforo completo (dos mil personas cada una). Todo un éxito.
La magia es ilusión y es cultura. Y ante la buena respuesta del público, el objetivo es mejorar cada año. Eso sí, el formato se mantiene: “De momento para los próximos años, los tres días de festival van a continuar. Preferimos menos días pero más intensidad y cercanía”. En esta edición ha habido más variedad: magia de cerca y manipulación. Pero para 2011, se espera que haya todavía más magia en las calles para tener a los magos y todos sus trucos a pocos centímetros de distancia.
También pretende incidir en la magia social. La experiencia ha sido tan gratificante, que para las siguientes ediciones habrá más magia de este tipo y más lugares donde actuar ante colectivos como enfermos, ancianos, etc., como, por ejemplo, el centro penitenciario. Además, la organización recalca el carácter y la personalidad de los magos, “aquí nadie va de divo ni se creen más que nadie. La piña que hemos formado ha sido increíble”. Hechos como éste demuestran por qué Jorge Blas, uno de los magos más famosos de España, participó el año pasado en el festival como mago y este año ha querido repetir como espectador.
Un buen equipo
Tanto a nivel de sonido como de producción e imagen, el resultado es igual de positivo: “Se ha formado un gran equipo. Así da gusto trabajar”, asegura Serrano.
Con respecto a la aportación económica, la crisis también ha hecho mella en el festival, aunque se ha conseguido que el público no lo note. Si el año pasado era el Ayuntamiento de La Granja quien se la jugaba enteramente aportando todo el presupuesto, este año Matiz Comunicación ha hecho lo propio como empresa. Y parece que las cosas han funcionado a la perfección. El año que viene, más y mejor.