El exdirector del colegio Salesianos en Cádiz, al que la Audiencia Provincial de Cádiz juzga desde ayer por supuestos abusos sexuales y faltas de lesiones continuadas a alumnos menores de edad entre 2011 y 2013, aseguró que “jamás” agredió o abusó de ellos. El acusado argumentó que fue “un niño entre niños” porque su sistema educativo implicaba “cercanía” para “ayudar” a alumnos con tendencia a la “conflictividad” y con “necesidades especiales” en materia educativa.
Durante su declaración en la primera sesión del juicio, el acusado reconoció que se “rebajó y puso al nivel” de los alumnos y que jugó como uno más” con ellos, si bien lamentó que “algunos” se hubieran “empeñado en deformar la relación” que mantenían.
De hecho, comentó que aplicó el mismo método en el colegio de Salesianos en Badajoz, que dirigió durante cinco años y que consiguió colocar “en el ranking de los 100 mejores colegios del mundo” debido, entre otras cuestiones, a su sistema de innovación docente. Sin embargo, consideró que en Cádiz “no han entendido lo que quería hacer por ellos y se han aprovechado” de él.
La Fiscalía pide para el exdirector 38 años de cárcel por supuestos delitos de abusos sexuales a menores y faltas continuadas de lesiones. Según el Ministerio Fiscal, los hechos se remontan a enero de 2012, cuando, con el objeto aparente de ganarse la amistad de los alumnos de Primero y Segundo de ESO, el acusado supuestamente ideó un “sistema de créditos” mediante el que los alumnos que “querían evitarse alguna clase por resultarle molesta o aburrida” acudían al director para que les diese un justificante “a cambio de un castigo corporal”.
Dichas actividades se habrían prolongado hasta julio de 2013, cuando el aumento de la agresividad resultó molesta a alguno de los alumnos y decidió denunciarlo. Estas conductas habrían sido realizadas con un total de 27 alumnos del centro. A preguntas del fiscal y de su abogado, el acusado negó que propinara golpes o abusara de los menores.