Naciones Unidas ha estimado que al menos 5.576 civiles han fallecido y 11.665 por los actos violentos cometidos en Irak durante los primeros seis meses de 2014 marcados por la emergencia del Estado Islámico, en un informe publicado ayer en el que acusa tanto a rebeldes como fuerzas del Gobierno iraquí de cometer delitos que podrían constituir crímenes de guerra.
El pasado mes de enero, los insurgentes suníes comenzaron su operación a gran escala para apropiarse de amplias zonas de Irak apoderándose de Faluya, en la provincia occidental de Anbar. El mes pasado, el Estado Islámico amplió su ofensiva al norte del país, incluyendo la ciudad de Mosul.
En el informe, Naciones Unidas acusa al Estado Islámico de ejecutar civiles, cometer actos de violencia sexual, secuestros y asesinatos selectivos; y a las fuerzas del Gobierno de perpetrar «ejecuciones sumarias y extrajudiciales» a prisioneros y detenidos que podrían constituir crímenes de guerra.
El texto documenta «una letanía de graves violaciones contra los derechos humanos perpetradas por el Estado Islámico entre el 5 de junio y el 5 de julio, que podrían constituir un crimen de guerra y contra la Humanidad, así como violaciones cometidas por las Fuerzas de Seguridad de Irak y sus asociados.
El balance, que ha sido recopilado por la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Irak (UNAMI), está basado en las informaciones proporcionadas por ONG, testigos y víctimas civiles. A grandes rasgos, «relata el incontable sufrimiento» que padece la población civil iraquí, que se enfrenta diariamiente a «asesinatos a gran escala y destrucción de la propiedad privada».
El Estado Islámico, apunta el estudio, «perpetra sus ataques de manera sistemática sin tener en cuenta el impacto que pudiera tener en los civiles», pero en los peores casos «atenta sistemáticamente contra la población civil con la intención de matar o herir al mayor número de personas posible».
El Estado Islámico es acusado igualmente de ejecuciones extrajudiciales, ya sean de civiles, personal de las fuerzas de seguridad o asociadas al Gobierno iraquí; secuestrar civiles y asesinar a políticos y religiosos, así como de reclutar por la fuerza a niños para que combatan en sus filas.
La infancia, atacada
A lo largo del informe detalla además que la población infantil se ha visto «desproporcionadamente afectada por el conflicto». «Las víctimas infantiles bien por las actividades de los grupos armados o por los bombardeos indiscriminados del Gobierno ha ido en aumento», ha apuntado el documento.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, ha declarado su preocupación sobre «la protección y bienestar» de «grupos vulnerables que permanecen rezagados en las zonas afectadas por el conflicto armado, en especial mujeres, niños, gente con dicapacidad y ancianos»
El representante del Secretario General reiteró su petición para que el Gobierno iraquí actúe con la máxima rapidez en el marco del nuevo escenario político, tras la reciente elección de un nuevo presidente del Parlamento nacional, que desemboque en la nominación de un nuevo presidente y un nuevo Gobierno “para rescatar al país del abismo del caos».
