El Ejército ucraniano informó de que ayer domingo comenzaba la retirada del armamento pesado de la zona del frente, de acuerdo con el alto el fuego pactado con los separatistas.
Los rebeldes también anunciaron ya su intención de retirar el armamento pesado de la zona acordada la semana pasada en Minsk. Ayer mismo se cumplió el punto del acuerdo relativo al intercambio de prisioneros.
El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ucraniano, Andrii Lisenko, informó además de que los separatistas siguieron atacando a las fuerzas gubernamentales, en particular en las inmediaciones de la ciudad de Mariupol. En total, se contabilizaron 44 ataques en la zona de conflicto en las últimas 24 horas.
“Sigue habiendo confortación (en Shirokine, al este de Mariupol). Los combates continúan. Nuestros soldados están resistiendo en sus posiciones”, indicó.
Por otra parte, Lisenko explicó que se detectó la presencia de varios convoyes de vehículos blindados rusos cruzando la frontera hacia las zonas bajo control de los separatistas. En concreto, 60 blindados, incluidos carros de combate, llegaron a la localidad de Amrosiivka procedentes de Rusia. Otro convoy cruzó la frontera en Novoazovsk, al este de Mariupol.
intercambio de rehenes El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, confirmó que 139 militares ucranianos fueron entregados por los rebeldes en el marco del acuerdo de intercambio de prisioneros. El pacto permitió además la liberación de 52 milicianos de los grupos armados separatistas que habían sido capturados por el Ejército.
Un corresponsal de la agencia de noticias rusa Itar-Tass informó de que uno de los militares ucranianos capturados rechazó su traslado por motivos que se desconocen y ha pedido permanecer en Donetsk.
El intercambio se realizó bajo la fórmula “todos por todos”, con lo que fueron liberados la totalidad de los prisioneros: 16 milicianos de Lugansk por 103 militares ucranianos y 36 milicianos de Donetsk por 37 militares.
Los separatistas prorrusos atendieron la petición de los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) para entrar, a partir de ayer, en la ciudad de Debaltsevo, en el este de Ucrania, para comprobar los ataques que se han producido en el lugar durante el alto el fuego que entró en vigor la semana pasada.
“La OSCE ha pedido entrar el 22 de febrero, y el 22 de febrero podrán entrar. Accederán a la ciudad mañana sin ningún tipo de problema”, declaró el representante de la autoproclamada República Popular de Lugansk Vladislav Deinego .
