La escalada de violencia en Ucrania continúa imparable su avance después de que al menos cinco personas perdieran la vida ayer en un ataque aéreo del Ejército nacional contra la sede del Ayuntamiento de la ciudad de Lugansk, en el este del país, según desveló la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Al cierre de esta edición, el edificio aún permanecía envuelto en llamas por lo que se teme que pueda haber más víctimas mortales ya que, como trascendió, mucha gente se habría quedado atrapada en su interior en el momento de los hechos.
El ataque de los cazas ucranianos se produjo tras un intenso tiroteo entre las fuerzas de Tierra y los separatistas, lo que provocó que la población entrase en pánico e intentara resguardarse tras los muros del Consistorio.
Así, los vídeos e imágenes colgados en Internet mostraron grandes manchas de sangre, casquillos de bala, humo, cascotes y cristales rotos. Además, en el parque situado frente al bloque oficial se encontraron proyectiles aún sin explosionar.
Por su parte, el Gobierno ucraniano desmintió que sus tropas hubieran bombardeado la sede de la administración de la autoproclamada república popular, manteniendo que «nuestra aviación no ha sobrevolado la Administración regional de Lugansk», tal y como manifestó el portavoz de la operación antiterrorista del Ejecutivo en el este, Vladislav Selezniov.
De hecho, tal y como aseguró este responsable, lo ocurrido es obra de los propios prorrusos. «El incidente se debe, muy probablemente, a un manejo descuidado de armamento o a que los milicianos estaban intentando, de alguna manera, alcanzar nuestra aviación y, en cambio, lo que hicieron fue golpear el ayuntamiento», apuntó.
