El gran Antonio Machín, referencia espiritual para muchas generaciones de españoles que arrullaron su amor con sus canciones, cantaba: «no quiero arrepentirme después, de lo que pudo haber sido y no fue», en su bolero «Amar y vivir». La música de esta romántica historia de amor tardará mucho en ser la banda sonora de la relación entre el equipo de Gobierno municipal y el principal partido de la oposición en el Ayuntamiento de Segovia, después de la bronca entre el alcalde Pedro Arahuetes y el portavoz del PP Jesús Postigo en el pleno del pasado viernes a tenor de la sanción impuesta a Postigo por su inasistencia a una junta de EVISEGO que derivó en la decisión de los populares de abandonar el salón de sesiones.
La «espantada» del PP privó a los segovianos de un debate que capitalizaron Arahuetes y Postigo en el pleno, pero las redes sociales han reemplazado a los micrófonos de las bancadas populares y socialistas y los concejales de uno y otro partido han cruzado sus opiniones contrapuestas en Facebook, mostrando en este foro virtual lo que pudo haber sido
El de mayor intensidad ideológica se ha albergado en el muro del concejal de Hacienda Alfonso Reguera, que horas después de concluido el pleno calificaba la decisión del PP de «acción esperpéntica y premeditada», y aseguraba que es «un desprecio a los segovianos que los han elegido»; expresando a su vez su perplejidad por el hecho de que «lo más interesante de la política municipal sea la sanción de Postigo».
La respuesta no se hizo esperar, y fue la concejala del PP Azucena Suárez quien rebatió las tesis del edil socialista al asegurar que es «inadmisible que en sede municipal se muestre una animadversión personal del alcalde hacia un miembro de la corporación», y señaló que los concejales del PP «somos las víctimas del maltrato permanente del alcalde, que ni tiene educación ni está a la altura del cargo». Suárez subió la temperatura del debate al asegurar que la crispación parte del equipo de Gobierno al incluir en el orden del día del pleno la sanción a Postigo, y manifestó que los socialistas «ni queréis el debate político ni tenéis ideas, sólo buscáis el enfrentamiento».
En su muro, Reguera trata de contemporizar el debate pero sin rebajar un ápice sus planteamientos al asegurar que los representantes de los ciudadanos «estamos obligados a ejercer nuestra representación, y no podemos abandonarla por ningún motivo y menos por que nos guste o no lo que dicen los demás». Pero Azucena Suárez vuelve a la carga al asegurar que «el mandato ciudadano no es vilipendiar al adversario político ni amenazar ni humillar», y asegura a Reguera que «puede escribir párrafos concretos de plenos y citarte donde están lo que se producen ataques virulentos hacia el portavoz».
«Yo respeto las opiniones políticas, lo que no tolero es la falta de respeto personal a compañeros de corporación, sean del signo político que sean», asegura Suárez en otro de sus comentarios.
Reguera trata de cerrar el debate echando en cara a Suárez una anterior intervención suya en pleno sobre la liberación del concejal Andrés Torquemada o «las palabras del portavoz en el pleno contra Marisa Delgado, y por eso no nos hemos levantado, aguantamos y seguimos», y termina deseando a sus compañeros de pleno «que paséis buen finde, que se os pase el calentón y que os lo replanteéis».
Pero Suárez echa el último cuarto a espadas y asegura que el alcalde «también te quitó la palabra en el pleno de julio y te quedaron ganas de salir corriendo, porque a vosotros también os desautoriza. Y no cuenta con las bendiciones de todos». Además, asegura que «todo se comprueba fácilmente porque está grabado», y concluye pidiendo a los socialistas que «sean objetivos».
En el muro de la concejala del PP Mercedes Sanz de Andrés también se revive el debate hurtado al pleno, en este caso trufado con opiniones de otros ciudadanos que afean la conducta de ambos partidos. En una de las entradas en el muro, el concejal José Antonio Folgado se suma a las críticas de sus compañeros de partido y asegura que «lo más llamativo es cómo se han ventilado el pleno los social-comunistas cuando se han quedado a solas. Toda una lección de ausencia de democracia y nula transparencia. Ni siquiera se leían los enunciados de las propuestas. Vergonzoso».
Otros ediles también asiduos a las redes sociales optan por la tranquilidad, como el responsable de Deportes Javier Arranz, en otros tiempos beligerante y que en este caso opta por colgar el himno pacifista de Los Beatles «All you need is love» para poner un poco de sosiego «en los actuales momentos de crispación social a todos los niveles y demagogia infinita».
Al igual que en los plenos, es el alcalde quien cierra el debate con una de sus acostumbradas frases de ilustres pensadores, y en este caso recurre al escritor y biógrafo francés André Maurois para sentenciar: «A veces, ante la mala manera de ser de los otros, uno se siente orgulloso de ser uno mismo y no otro». Si el lector quiere seguir el debate, busque en Facebook, a la espera de que los ediles decidan llevarlo al lugar al que corresponde su desarrollo.