El Cuéllar Eufón continúa sin saber lo que es ganar un partido en la Tercera División, y en la tarde de ayer cayó con justicia en el campo de La Devesa frente a un Atlético Bembibre que fue mejor que el conjunto que entrenan Jota y Félix Blanco, que sin embargo tuvo un interesante comienzo de partido, bien plantados los jugadores visitantes sobre el terreno de juego, e inquietando lo suficiente a la defensa berciana con acciones rápidas como para evitar que los de casa se volcaran en el ataque.
Sin embargo, todo el buen trabajo que se había realizado en los primeros compases del juego saltó por lo aires mediado el primer tiempo, cuando Roberto Puente aprovechaba una salida en falso del portero cuellarano Roberto para marcar a placer el 1-0. Poco más tarde, y a pesar de que el Cuéllar Eufón intentaba controlar sus nervios, Roberto Puente volvió a situarse con mucho peligro dentro del área cuellarana, y asistió a Porfi, que sin oposición anotó el segundo tanto de los locales.
Teniendo en cuenta los problemas que acumula el Cuéllar Eufón a la hora de ver portería, y también su fragilidad a la hora de reponerse de dos goles tan seguidos, pocos esperaban que, en el segundo período, los visitantes pudieran darle la vuelta al marcador. Aún así, salieron con ganas los jugadores cuellaranos, pensando en marcar pronto con el fin de poder volver a meterse en el partido.
Sin embargo, el Atlético Bembibre quería marcar un tercer gol pronto, con el fin de evitarse problemas, y eso fue lo que consiguió, merced a un lanzamiento de penalti que transformó Dani Alonso. Ese 3-0 terminó por derrumbar al Cuéllar Eufón, que a partir de ese momento fue consciente de que la empresa de, al menos, empatar el partido se iba a antojar prácticamente imposible.
El Bembibre jugó a placer, dominó a su oponente, y pudo marcar más goles si Javi Amor y Alex Marcos no se hubieran encontrado con los palos en sus remates. Al final, y para redondear un mal partido del Cuéllar Eufón, Villa se marcó el cuarto tratando de evitar un remate de un contrario. El equipo segoviano vivió una amarga tarde en Bembibre.