El general director de la Academia de Artillería, Alfredo Sanz y Calabria, ha confirmado que tras su próximo ascenso a general de División se incorporará, previsiblemente el próximo mes de agosto, a su nuevo destino en el cuartel general de la estructura militar de la OTAN en Europa, situado en la ciudad belga de Mons. Informó también de que su sucesor en el cargo será el actual subdirector y jefe de Estudios, el coronel Javier Alonso Bermejo, segoviano.
Sanz y Calabria, que recibió la felicitación del general de División Mariano Bayo, que estuvo ayer en Segovia para asistir a la entrega del sello de excelencia EFQM por parte de la presidenta de la agencia AEVAL a la Academia, comentó que su nuevo destino “es otro desafío nuevo que me toca abordar en este momento de mi vida”.
El cese como general director se producirá cuando lo apruebe el Consejo de Ministros o bien cuando tenga que incorporarse al nuevo destino en Bélgica. “Puede ocurrir una cosa antes que la otra, no hay fecha concreta”, añadió.
En cuanto a los años que ha permanecido en la Academia como general director, afirmó que “para cualquier militar alcanzar el generalato es en sí mismo una recompensa y un premio que nos llena de satisfacción y de orgullo. Al mismo tiempo, también supone asumir una responsabilidad que está entre las más importantes que se pueden alcanzar dentro de lo que son las Fuerzas Armadas”. En el mismo sentido, añadió que “una vez que se es general, que encima te dejen mandar en algo dado como están las circunstancias en España, y que no termines en un puesto administrativo, pues es evidentemente un orgullo todavía mayor que el anterior, porque te permite ejercer la profesión hasta el límite de lo que son tus posibilidades”.
Sanz y Calabria recalcó que, como artillero, el hecho de que le haya correspondido dirigir la Academia, con toda la tradición e historia que tiene detrás, y la complejidad de una entidad de estas características, “es de una responsabilidad enorme y un orgullo impresionante”.
Al mismo tiempo, calificó de impecable el trabajo realizado en los últimos años en este centro de formación militar, como lo pone de relieve la celebración del 250º aniversario o la consecución de un certificado de excelencia por la calidad de su funcionamiento.
Al coronel Alonso Bermejo le deseó “toda la suerte del mundo porque el resto lo tiene: capacidad de trabajo, para hacer buenos equipos y para dirigir la Academia y darle el curso que necesita, dijo el general.
Sobre la peculiaridad de que a partir de ahora sean coroneles y no generales quienes dirijan este tipo de centros, apuntó que “es meramente accesorio; en este caso la reducción de plantilla de las Fuerzas Armadas ha llevado a esta situación; quizá el coronel pueda tener algún problema de coordinación pero estoy convencido de que hará un trabajo tan bueno como los anteriores e incluso mejor”.
