Donde dije digo, digo Diego. Eso es lo que hicieron ayer los miembros del Consejo de Administración de RTVE después de crear ellos mismos una polémica de tintes informativos y políticos.
Este órgano de poder de RTVE se ha retractó, por unanimidad, de su decisión de permitir el acceso de sus miembros al sistema informático de edición utilizado en la Corporación y se declaró como el «primer garante de la neutralidad» de los informativos de la televisión pública.
La medida, adoptada el pasado miércoles, arrastró a primera hora de la jornada su primera víctima: la dimisión del consejero propuesto por Comisiones Obreras, Héctor Maravall.
La decisión renovada ayer fue debatida el pasado 21 de septiembre en la reunión mantenida por el Consejo y en la misma los cuatro consejeros del PP y el de CiU votaron a favor. PSOE, ERC y CCOO se abstuvieron, mientras que los consejeros de IU y UGT votaron en contra.
Tras el clamor unánime de los partidos políticos y sus dirigentes, organizaciones profesionales y medios en contra de la medida, los consejeros dieron marcha atrás en una reunión de urgencia.
Antes de celebrarse el encuentro del órgano de Administración, Maravall se reunió con el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ante quien lamentó su error y presentó su dimisión, convirtiéndose así en el primer sacrificado por la polémica.
El sindicato aseguró, posteriormente, que esta decisión se debía considerar como «un gesto de coherencia y honradez que ha de servir de ejemplo».
Al terminar su reunión de urgencia, el Consejo de Administración subrayó en una nota, de la que se desmarcaron dos consejeros (IU y UGT), que nunca quiso condicionar la independencia profesional de los trabajadores de los informativos de TVE al permitir el acceso de sus miembros al sistema de edición de los informativos de la Coporación.
El órgano colegiado también lamentó «profundamente» el «malestar ocasionado» e indicó que el fin del acceso al sistema informático, «no era otro que facilitar el ejercicio de sus competencias y funciones actuales».
Además, agregaron que tampoco pretendieron perjudicar la neutralidad de los telediarios «de la que el propio Consejo es el primer garante no sólo por mandato legal sino también por propio convencimiento».
Tras conocerse la decisión, el Consejo de Informativos de la cadena trasladó, en un comunicado, su satisfacción y mostró su «respeto» hacia la decisión de dimitir de Maravall, algo que considera un ejercicio de «coherencia» y «asunción» de responsabilidad.
Por su parte, la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión también reaccionó positivamente a la noticia y señaló que la rectificación «garantiza la libertad de unos informativos realizados por profesionales de reconocido prestigio».
Mientras, el Gobierno reconoció que lo de este miércoles fue «una equivocación grave». Sin embargo, subrayaron que dejará que cada consejero tome las decisiones «que considere oportunas» porque piensa que debe ser «coherente con la independencia de un órgano que nace del Parlamento», según afirmó José Blanco, portavoz del Ejecutivo.
Asimismo, Cayo Lara, coordinador federal de IU, cree que los consejeros que votaron a favor o se abstuvieron, «deberían dimitir.»