Una vez finalizado el plazo de información pública y presentación de alegaciones al Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (PEAHIS), dos entidades de peso en la ciudad como son el Colegio de Arquitectos y la Academia de Historia y Arte de San Quirce han aportado sendos documentos que enmiendan en gran medida el documento aprobado inicialmente por el Gobierno municipal en diciembre del año pasado.
En el primer caso, un equipo de nueve arquitectos colegiados ha realizado un análisis profundo del PEAHIS en los últimos meses y, como resultado, se ha presentado un escrito de alegaciones de casi doscientas páginas que incide en tres partes diferenciadas del documento: las ordenanzas, las unidades de intervención y el catálogo.
La presidenta de la demarcación del Colegio, Susana Moreno, explica que el objetivo es “contribuir a un planeamiento para las áreas históricas técnicamente posible en su aplicación, correcto y que facilite el trabajo a los arquitectos en general, a los promotores y también a los arquitectos del Ayuntamiento”.
Tal y como está planteado el plan especial genera dudas sobre su ejecución o viabilidad, según Moreno, quien añade que desde el Colegio de Arquitectos se ha hecho un ofrecimiento al Ayuntamiento para que este equipo de arquitectos trabaje conjuntamente con la Concejalía de Urbanismo para conseguir la aprobación definitiva del PEAHIS en los plazos previstos, ya que la actividad de los profesionales y la constructora en general está casi paralizada en la ciudad, como lo demuestra el hecho de que del número de viviendas construidas en la provincia únicamente un 15 por ciento corresponde a la capital, según los datos que maneja este colectivo.
La presidenta del Colegio en Segovia, además de agradecer “el trabajo altruista y desinteresado” de los arquitectos que han formado parte de ese equipo, explica que con su trabajo no se ha realizado una corrección a la totalidad del plan pero sí a allí donde se han detectado un mayor número de incidencias. Así, en cuento al texto normativo señala que lo que se ha hecho ha sido “limpiar el documento, que es extremadamente complejo, con dificultades de aplicación e interpretación, de manera que se eviten contradicciones, subjetividad y se han añadido propuestas para intentar flexibilizar determinadas cuestiones”.
En este sentido pone como ejemplo la Ordenanza de Protección Arquitectónica Ambiental porque afecta tanto a edificios de los años cincuenta del siglo pasado pero sin valor, de mala calidad constructiva, como a algunos de este siglo o a los que realmente sí deben tener protegida la fachada. Es decir, “una variedad enorme que necesita de concreción”, señala Moreno.
En cuanto al Catálogo —que se define como instrumento de “protección documental” del patrimonio cultural e incluye la relación ordenada de elementos de interés y valor patrimonial (histórico, artístico, cultural, etc.)— desde el Colegio de Arquitectos apuntan a que está incompleto y contiene errores, mientras que considera excesivo el número de Unidades de Intervención —las actuaciones urbanísticas indirectas contempladas en el plan—, de manera que “muchas de ellas se pueden simplificar para facilitar la actuación de los particulares”, según esta especialista.
Moreno insiste en que el objetivo del Colegio de Arquitectos es que el PEAHIS salga adelante: “hay que conseguir un plan pero no este plan”, de ahí la forma de presentación de alegaciones, a través de un texto que facilite la corrección del documento, “que lo haga entendible y útil”.
En la Academia de Historia y Arte de San Quirce, su director, Rafael Cantalejo, comenta que lo que se ha hecho con la alegación al PEAHIS es “enviarlo a los corrales por defectuoso”, utilizando un símil taurino. Los académicos se han centrado en su ámbito de actuación; es decir, en el Catálogo del plan, donde han detectado “errores de bulto” históricos generalizados.
Aunque son muchos los errores detectados en las fichas del Catálogo, sirva como ejemplo que en la correspondiente al propio edificio del Ayuntamiento, en la Plaza Mayor, al recoger la valoración histórica se señala que se trata de “Arquitectura civil popular. Estilo románico”, cuando de románico no tiene nada, al margen de lo que pueda ocultar en el subsuelo, donde nunca se ha intervenido. Llama la atención también que la propiedad del edificio sede del Ayuntameinto de Segovia aparezca en este Catálogo del PEAHIS como “privada”.
Otro ejemplo es el de la ficha de la iglesia de San Quirce, sede de esta Academia, donde aparece una fotografía de un edificio de viviendas del entorno de la Plaza Mayor.
En definitiva, desde San Quirce estiman que es necesario rehacer esta parte del plan especial para eliminar esos errores históricos “inexplicables”, según Cantalejo, quien apunta a que deberían ser supervisadas por alguien con conocimientos en Historia de la Arquitectura.