El colegio público de San Rafael cumple este curso escolar cien años y, con ese motivo, la dirección del centro y el Ampa han organizado un amplio programa de actividades. Pero además, la comunidad educativa se ha marcado como objetivo prioritario descubrir y divulgar la historia de este colegio, cubierta por un manto de olvido.
“La verdad es que sabemos muy poco sobre la historia antigua del colegio”, reconocía ayer la presidenta del Ampa, Yolanda Martín, cuyas investigaciones en el Ayuntamiento han permitido encontrar un breve apunte, de 1913, en el que se encargan bancos para el centro. Al parecer, su primera ubicación fue en las cercanías de las actuales piscinas. “Allí —revela Martín— había un aserradero, y una parte del edificio se usaba como escuela”.
De las siguientes décadas se han rescatado varios datos más, aunque a todas luces insuficientes para dibujar la trayectoria de la escuela de San Rafael. “Es complicada la investigación porque los alumnos estaban repartidos en varios locales. Sabemos esas ubicaciones pero no las fechas exactas en las que estuvieron allí”, prosigue Martín. Luego, a partir de 1978, cuando se inauguró el colegio actual, los datos son ya muy numerosos.
En vista de la escasa información sobre los orígenes del centro, se ha solicitado la colaboración de los vecinos, para que aporten luz. El Hogar de Mayores y la asociación de amas de casa ya han mostrado su disposición a colaborar. Y al centro están acudiendo en las últimas semanas múltiples personas con material antiguo, ya sean libros, cuadernos o fotos. “Han llegado bastantes cosas”, decía ayer la directora, Beatriz Rodríguez, quien espera organizar, “en marzo o abril” de 2015, una exposición con todo el material recibido, que sirva de colofón a la conmemoración del centenario de un centro en el que, a fecha de hoy, estudian cerca de 240 alumnos, la mayoría de San Rafael, y que, para sufragar las actividades del centenario, ha editado un calendario de 2015 y un marcapáginas.