El centro Rovira Tarazona ha celebrado el ‘Día del resident’e, una jornada cargada de emotividad y sorpresas para los ancianos, los trabajadores y los miembros del Patronato de la Fundación que gestiona este complejo asistencial.
El plato fuerte fue el descubrimiento de un monolito con varias placas en honor a tres residentes que con un desprendido gesto han donado a la Fundación bienes personales con el fin de que los beneficios que se obtengan de los mismos redunden en la mejora de la residencia, sus instalaciones y en definitiva en la calidad de vida de los ancianos.
Las placas eran descubiertas con ayuda de los trabajadores, director y miembros del patronato, por Carmen Esteban Guijarro y Manuel Sanz Ortega, mostrando así las placas con el nombre y reconocimiento a estos benefactores, Carmen , Manuel y Córdula Sanz, ya fallecida, acompañados por los acordes de la Charanga Los Soplaos de Riaza.
Se pasó así al reparto de la paella que se degustó animadamente, dando paso a la música y al baile, momento en que se repartieron detalles hechos a mano por los residentes como recuerdo de un día tan especial.