El sobrecoste que ha supuesto para los combustibles el denominado ‘céntimo sanitario’ está haciendo que las estaciones de servicio vendan en torno al 35 por ciento menos de carburante. Así se desprende de los datos registrados dos meses después de su implantación y que hace que Castilla y León sea la Comunidad que más alto tiene este impuesto. Segovia, como provincia limítrofe es una de las zonas donde más se percibe esta caída de ventas, en favor de otras regiones próximas.
Todos los dueños de las estaciones de servicio consultados confirman que han notado una reducción de las ventas. Quienes más lo sufren son aquellos que se encuentran en grandes vías, cuyos clientes son de paso, no residentes en la zona.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Segovia, Luis González Arroyo, asegura que los datos aportados por los asociados y los de las principales empresas petroleras, revelan que han caído en torno al 35 por ciento de las ventas a nivel global. Pero si se tienen en cuenta sólo las ventas de combustible para el transporte pesado, la caída alcanza el 50 por ciento. “Ha desaparecido la mitad de los clientes de transporte pesado de las gasolineras”, asegura, y recuerda que el efecto ha sido muy notable en las estaciones de las denominadas “grandes rutas”: la N-I y la N-VI. En algunos casos puntuales los descensos han llegado a ser del 70 por ciento, según los empresarios.
Las gasolineras de Castilla y León comenzaron a aplicar el ‘céntimo sanitario’ el pasado 1 de marzo, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa. Entonces se encarecieron los carburantes con un recargo de 4,8 céntimos por litro destinados a la Administración autonómica. En todo caso los ciudadanos perciben con esta aplicación 5,66 céntimos más por litro, al aplicarse el IVA correspondiente, tasa ésta última que va a parar a las arcas estatales.
Se trata de una medida anunciada para sufragar los gastos sanitarios, pero que ha sido unánimemente contestada por el propio sector de la distribución de hidrocarburos, y también por el sector del transporte.
En opinión de Luis González, “todas” las gasolineras segovianas lo están notando. “Algunas están muy tocadas porque el efecto es muy alto”, afirma el representante del sector, que agrupa en la provincia de Segovia a medio centenar de estaciones de servicio.
La situación también se dejó sentir en la recientemente celebrada gala del transporte de Asetra, la agrupación profesional de transportistas. Una de las claves de su desarrollo fue la crítica de los profesionales a esta subida de costes para un sector que se encuentra muy aquejado por la crisis. Coincidieron en esta postura el presidente de Asetra, Gerardo Salgado, y el presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), Marcos Montero, quienes recordaron que Castilla y León ha sido una de las comunidades que no han revisado su aplicación posterior.
En la misma línea se ha pronunciado el presidente provincial de la agrupación de gasolineras de Segovia. De hecho recuerda que en Cantabria “han sido más listos” y han decidido aplicar una moratoria de dos meses con el fin de conocer cómo afecta la medida en otras regiones, y actuar en consecuencia. “Y en el País Vasco no lo la aplican”, añadió.
Lo cierto es que Segovia se ve muy afectada por el hecho de que en Madrid tengan el ‘céntimo sanitario’, pero en una cantidad menor y ello hace que el precio del litro de gasolina sea cuatro céntimos más barato que en Segovia. “Las gasolineras madrileñas han subido las ventas que hemos perdido en Segovia y en Ávila”, recalca el presidente provincial. “Mucha gente no sabe exactamente cuánto se ahorra, pero sabe que es más barato allí y esperan repostar allí, o llenan el depósito antes de venir a nuestra provincia”, agrega. “Ya se lo hemos intentado explicar a la consejera de Hacienda para que rectifique”, recuerda.
El presidente segoviano suscribe las manifestaciones del representante del sector en Castilla y León. “La introducción del céntimo sanitario es demoledora en nuestra Comunidad”, afirmó el presidente de la Agrupación de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro. “Repostar aquí supone 5,6 céntimos más caro el litro en nuestra tierra, que es una Comunidad de paso con autonomías a su alrededor donde no se aplica el impuesto”, resalta Pizarro.
De este modo las pérdidas dependen de la situación de cada instalación. “Una gasolinera puede perder más de un 50% de sus beneficios si está a 50 kilómetros de Cantabria, comunidad que no ha implantado el impuesto: o de Madrid, donde se ha implantado, pero no es tan caro como aquí”, apuntan. “Están cayendo las ventas y con ello también los ingresos para la Comunidad de Castilla y León”, mantiene Gabriel Parra, de la gasolinera Bravoil, de San Miguel de Bernuy.
Un efecto contrario al esperado.- En la actualidad son diez (Andalucía, Murcia, Extremadura, Cataluña, Madrid, Asturias, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Galicia y Castilla y León) las comunidades autónomas que ya aplican este impuesto a la venta minorista de determinados hidrocarburos. Esta tasa –que cada Comunidad fija entre un mínimo de 1,2 y un máximo de 4,8 céntimos por litro– se suma al tramo estatal del impuesto que se implantó en todo el territorio nacional desde 2001 y que asciende a 2,4 céntimos de euro por litro. Castilla y León se une a la Comunidad Valenciana en el cobro del tipo máximo del impuesto (4,8 céntimos por litro). Valencia lo aplica desde enero de este año y el sector de las gasolineras estima que la venta ha descendido allí alrededor del 17 por ciento.
Los empresarios segovianos recuerdan que la aplicación del ‘céntimo sanitario’ está haciendo que las ventas caigan y, por tanto, las recaudaciones de impuestos para sufragar la sanidad en Castilla y León —que es competencia regional— estén siendo menores. Por ello esperan desde el sector que la Junta de Castilla y León pueda rectificar y retirar la medida.
A nivel regional, la patronal de hidrocarburos Avecal, ha informado de que el año pasado se vendieron en Castilla y León más de 420 millones de litros de gasolina y 2.400 litros de gasóleo. Si se prevé que el impacto en las ventas sea de alrededor del 25% y del 45% respectivamente este año, la Junta de Castilla y León podría dejar de recaudar 250 millones de euros en concepto de impuestos, recuerda el presidente del sector en Segovia.
