El Real Madrid comenzó con una trabajada victoria ante el CAI Zaragoza (85-73) la defensa de su título en la Copa del Rey, torneo en el que los madrileños certificaron su triunfo en cuartos gracias al escolta Rudy Fernández, que destacó con 16 puntos y ocho rebotes.
A los merengues casi se les atraganta una eliminatoria que, teóricamente, parecía la más desequilibrada de los cuartos de final. El CAI Zaragoza llegaba al Gran Canaria Arena señalado con la vitola de ‘piel de cordero’, aunque en la primera parte le puso las cosas difíciles a los pupilos de Pablo Laso.
El conjunto blanco exhibió mayor tino y entereza en los compases iniciales, ganando relativa distancia en el marcador. Pero el CAI reaccionó rápido y se reenganchó al duelo al encadenar un parcial de 4-10, culminado con un triple del ala-pívot Marcus Landry a 3:02 de terminar el cuarto inaugural.
El jugador estadounidense se erigía en pieza clave de los aragoneses, que eran capaces de neutralizar el despliegue en ataque del Real Madrid por el juego interior. Ese ‘tú a tú’ de los hombres altos propició que los blancos ampliasen su espectro anotador desde lejos; el escolta Jaycee Carroll acaparó protagonismo en esta parcela, y soportó entonces el peso ofensivo de los suyos.
La igualdad del primer periodo (21-21) precedió a un segundo cuarto algo enrevesado, donde los zaragozanos prosiguieron con su superioridad en las alturas. A 4 minutos del intermedio, el CAI adquirió una ventaja de cinco puntos (29-34) gracias a su dominio en las anotaciones efectuadas por los pívots; los escasos ocho puntos del Real Madrid chirriaban frente a los 21 de los maños en ese apartado.
La irregularidad en el poste bajo de Gustavo Ayón, Felipe Reyes, Ioannis Bourousis y Marcus Slaughter era inquietante para Pablo Laso y sus ayudantes. Las ‘desconexiones’ de los pívots restó fiereza al ataque de los madrileños, quienes se marcharon al descanso sin alcanzar la cuarentena de tantos, con el marcador 37-41.
Si el Real Madrid quería voltear el resultado y las malas vibraciones, era el momento idóneo para que los jugadores exteriores tomaran el mando del partido. Así lo entendieron Carroll y Rudy Fernández; este último, elegido dos veces ‘MVP’ de la Copa ACB, se sacudió la presión para comandar los arreones de su equipo.
Al regreso de vestuarios, y en apenas dos minutos y medio, los merengues acumularon un parcial de 8-0 que remontaba el electrónico del Gran Canaria Arena. El Real Madrid, gracias a la inspiración anotadora de Rudy, aumentaba paulatinamente su diferencia en el marcador en un tercer cuarto bastante prolífico, en el que los de Pablo Laso doblaron a su contrincante (30-15) para situarse con un favorable 67-56.
El cuarto definitivo sirvió para que el club madridista evitase cualquier otro susto, obteniendo ventajas de hasta 15 puntos y abrochando finalmente el encuentro por 85-73. El triunfo se cimentó casi por completo en los arrebatos desde la línea del triple, donde el Real Madrid firmó una estadística de 12/29 contra el 6/22 de sus rivales.
