El Real Madrid tuvo que hacer las maletas en la Euroliga tras verse superado nuevamente por un Fenerbahce (63-75) que apenas ha dado muestras de debilidad en toda la eliminatoria, quedando sin plaza en la Final Four de la competición europea, en la cual trataba de revalidar título, en favor de un conjunto turco que se postula como uno de los candidatos.
Apenas 48 horas después de cumplir en su cita en la Liga Endesa, el conjunto merengue se presentó sobreexcitado sobre la cancha, en busca de ampliar su permanencia en el torneo continental. Las defensas jugaron un papel protagonista en los primeros minutos, dando lugar a un marcador apretado que sólo Dixon fue capaz de desequilibrar en el primer cuarto en favor de los otomanos.
El intercambio de golpes entre unos y otros mantenían las distancias muy parejas, en unos minutos en los que el vigente campeón de la Euroliga se vio contra las cuerdas un paso antes de la Final Four, sin haber estrenado siquiera su casillero de victorias en cuartos. La pugna sobre la pintura ganó enteros y Gustavo Ayón, experto en la materia, se echó a la espalda la responsabilidad anotadora del equipo, haciéndose fuerte bajo el aro en una lucha constante con la muralla visitante.
Las fuerzas merengues flaquearon en un tercer tramo para el olvido, en el que un 0-13 para el conjunto visitante originó un gran desconcierto en las filas españolas, que no encontraron reacción que diera la vuelta a semejante debacle. La falta de acierto en el lanzamiento desinfló a los de Laso, cuya remontada adquirió tintes antológicos a causa de un marcador que comenzó a abrir distancias.
Cuando el equipo más lo necesitó, la pelota no quiso entrar, dando fruto a ataques estériles que tiraron por tierra el incontestable esfuerzo defensivo. El Real Madrid pretendió meterle una marcha más a sus ataques, puesto que el cronómetro jugaba en su contra, aunque los blancos se mostraron demasiado acelerados. Bajo la batuta del ‘Chacho’ Rodríguez y de Llull, las intenciones de disputar un ida y vuelta que adentrara al encuentro en la locura fueron frenadas por los de Zelimir Obradovic.
Los turcos no soltaron la ventaja en ningún momento, mientras los madrileños entraron en la frustración a la par que veían como habían sido incapaces de meterle mano a su rival de cuartos en ninguno de los tres partidos. Con la eliminatoria totalmente encarrilada, el Fenerbahce jugó con el tiempo, disfrutando y saboreando de un triunfo que les plantó en Berlín, desterrando al vigente campeón de la competición con pleno de victorias (3-0).
