El grupo municipal de Izquierda Unida urge, una vez más, al equipo de Gobierno del Ayuntamiento a que “trabaje en la retirada definitiva del callejero franquista de Segovia para que sea una realidad en el menor tiempo posible”. El portavoz de la coalición, Ángel Galindo, reiteró esta semana que este asunto no puede esperar más e instó al grupo socialista que gobierna en el Ayuntamiento a que haga efectivo el acuerdo que firmó con IU hace ya más de cuatro años, “y que ha sido incumplido hasta la fecha por falta de voluntad política y por pretensiones electoralistas, así como por las continuas trabas puestas por el Partido Popular y por el exconcejal socialista Javier Arranz”.
Para Galindo, “eliminar el callejero y la simbología franquista de nuestra ciudad (cumplir la ley, en definitiva) no responde a motivos de revancha, venganza o a la intención de reabrir viejas heridas. Lo único que persigue es el reconocimiento y el respeto a las víctimas y a sus familiares. Se trata de verdad, dignidad, justicia y reparación. Es intolerable el ninguneo a las víctimas que se viene dando desde hace tantos años en este país. Es una necesidad democrática recordar y dignificar su memoria y restituir sus derechos y los de sus familiares, algo que no será posible mientras los poderes públicos sigan permitiendo la permanencia de la simbología franquista en nuestras calles, edificios y monumentos”.
En respuesta a estas palabras, la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero, reiteró ayer la intención del equipo de Gobierno de cumplir con la Ley de Memoria Histórica y afirmó que “el Ayuntamiento no tienen inconveniente” en llevar a cabo los cambios necesarios en el callejero. De hecho, señaló que “la idea es ponerlo en marcha inmediatamente”, pero recordó que a final de año siempre son muchos los asuntos municipales que hay que cerrar,
como las tasas, el presupuesto o el PEAHIS .
Explicó también que en las próximas semanas hay prevista una reunión con los vecinos del barrio de San José, ya que la Asociación de Vecinos hizo unas propuestas para los nombres de las calles, pero otros ciudadanos “mostraron su desacuerdo”, así pues el Consistorio presentará una propuesta alternativa y entre todos decidirán las nuevas denominaciones de las vías.
Así, una vez que estén consensuados los nuevos nombres, podrá llevarse de nuevo a pleno el cambio de las calles que aún conservan nombres referentes al régimen franquista, algo que previsiblemente se hará en la sesión de enero. “No creo que pase el mes de enero para que lo tengamos aprobado, una vez que ha concluido la suspensión”, dijo Luquero, en referencia a la suspensión del acuerdo del pleno por el que se autorizó la retirada de parte de las placas, que fue impugnado por el Grupo Municipal Popular.
Pero no solo irán a pleno las calles del barrio de San José, sino todas las demás vías y plazas que contienen reminiscencias a la guerra civil y la represión posterior, entre las que se encuentra la avenida de Fernández Ladreda, la que causó más polémica a finales de la pasada legislatura, ya que, sobre todo los comerciantes, alegaron los perjucios que supondría para sus negocios el cambio. El nombre que tendrá esta avenida será del Acueducto, pues desemboca en el mismo, y fue aprobado por la mayoría de los segovianos en una encuesta realizada en aquel momento.
