“Los equipos que vienen a Segovia saben que van a jugar a una caldera”. Son palabras del argentino Matías Lucuix tras el tercer encuentro de cuartos de final por el título de Liga en el que el Caja Segovia acabó goleando al Marfil Santa Coloma, clasificándose para la semifinal de la Liga.
Y es que el pabellón Pedro Delgado registró dos llenos absolutos tanto en la jornada del sábado como en la del domingo, a pesar de la televisión en directo, y a que en la tarde dominical se decidía la Liga de fútbol. El equipo necesitaba el apoyo de los aficionados para remontar una eliminatoria envenenada frente al Marfil Santa Coloma, y los seguidores no defraudaron, animando a sus jugadores en los malos momentos (que los hubo) durante el encuentro del sábado, y disfrutando del triunfo en el tercer choque.
Con un calendario tan apretado como el que se ha sacado la Liga Nacional de Fútbol Sala a “sugerencia” del canal de televisión, no cabe duda que el factor físico va a terminar siendo determinante para la suerte de los partidos. Pero también va a cobrar especial importancia el factor cancha, puesto que el equipo que juega el partido decisivo en su casa se ahorra un desplazamiento y además la presión que su público pueda meter tanto sobre el rival como sobre los colegiados puede también ser determinante. Sin ir más lejos, el entrenador del Marfil Santa Coloma señaló al finalizar el tercer partido que durante la primera parte del mismo los árbitros no habían medido por el mismo rasero las acciones de uno y otro equipo. Posiblemente estos mismos colegiados no habrían sido tan condescendientes con la defensa de uno, ni tan exigentes con la del otro, si el tercer partido se hubiera jugado en Santa Coloma en lugar de en Segovia.
Sea como fuere, el entrenador del equipo catalán no quiso cargar contra los colegiados, “porque hacerlo después de perder por 10-4 sería ningunear los muchos méritos que ha acumulado nuestro rival”. Y no le faltaba razón a Juanito, ya que el Caja Segovia demostró ante el Marfil haber adquirido ese gen competitivo que tanto se añoraba en otras temporada. El sábado, con toda la presión por ganar, el equipo supo encontrar la manera de hacerlo, y el domingo simplemente volvió a mostrarse intratable en casa. La caldera del Pedro Delgado ya espera la llegada el sábado del MRA Navarra.
