Vamos a descubrir la pólvora: El Inter es un equipazo. Y para ganar a los equipazos necesitas hacer un gran partido, esperar a que el contrario no tenga el día, y tener el factor suerte de tu parte. Ayer el Caja Segovia jugó un gran partido, el Inter no tuvo su mejor día, con mención especial para su portero Jesús Herrero (aunque no fue el único), y además la suerte se le puso de cara al conjunto de Jesús Velasco, que cada día que pasa agranda más su sonrisa al ver que sus hombres todavía no han encontrado el techo a su nivel de juego.
Con el ambiente de las grandes tardes de fútbol sala, pabellón lleno, partidazo en ciernes y tele en directo, el Caja Segovia-Inter no defraudó a nadie… salvo a los seguidores del conjunto madrileño, que ocuparon un pequeño espacio de la abarrotada grada del Pedro Delgado, y vieron cómo a los cuarenta segundos del partido Tobe marcaba el 1-0 tras una fácil combinación con David llegando al segundo palo. El espíritu defensivo del Inter aún estaba en el vestuario cuando llegó el primer gol local, pero no tardó en aparecer sobre la cancha, y el conjunto madrileño tuvo unos primeros minutos en los que se pareció bastante al equipo dominador de hace no tanto tiempo.
El equipo de Jesús Candelas apretó en toda la cancha la salida del balón del Caja, y provocó algunos errores que se pagaron caro. Lin concedió un córner que se convirtió en el empate a uno que logró Schumacher, y Daniel hizo el 1-2 culminando un contragolpe tras una pérdida de balón en el centro de la cancha. Los dos primeros goleadores del Inter tuvieron actuaciones muy distintas en el partido. Mientras que Schumacher sigue sin ganas de jugar al fútbol sala, Daniel fue de largo el mejor de su equipo, y él solo se encargó de meter en más de un lío a la defensa del Caja Segovia.
Claro que si hubo que buscar el día y la noche en el partido, no hubo más que mirar en ambas porterías. En la del Caja Cidao no concedió prácticamente nada, mientras que en el marco contrario Jesús Herrero dejó bien claro que Luis Amado sólo hay uno, y en este caso estaba sentado en el banquillo. Este hecho vino a influir, y mucho, en el encuentro, ya que el Caja se aprovechó de los nervios que mostró el portero suplente del Inter para elevar su efectividad de cara a portería.
Geison hizo el 2-2 con un poco de suerte, ya que el balón rebotó en Betao y descolocó a Jesús Herrero. En la jugada siguiente, Betao remató con la zurda, el balón rebotó en Matías… y se marchó por la línea de fondo ajustado al palo. La fortuna jugó su baza a favor del equipo de casa, que en un nuevo desajuste defensivo encajó el 2-3 de saque de córner, pero que igualó antes del descanso tras un doble penalti marcado por Nano Modrego.
Así que tras una primera parte de dominio alterno, el marcador dejaba todo por decidir en una segunda mitad que comenzó con un zarpazo de Keny a la contra que supuso el 4-3. El Inter se veía obligado de nuevo a remar contra corriente, pero las fuerzas de los jugadores de Candelas no eran las mismas que las del primer período. Sin Torras y sin Borja, con Bacaro y Marquinho absolutamente fuera de forma y con Schumacher desaparecido en combate, sólo Daniel y Gabriel parecían capacitados para darle la vuelta al resultado. Curiosamente, Jesús Candelas tardó ocho minutos en darse cuenta de ello, pero en cuanto sacó a Daniel a la cancha, todo el Caja se puso a temblar, porque el “14” del Inter volvió a llevar el partido a la igualada tras culminar un contragolpe después de que Lin eligiera muy mal su opción en un tres para uno, y con el 4-4 llegaron los mejores momentos del equipo madrileño y los peores para el Caja, con David y Kensuke sufriendo en defensa las acometidas de los pesos pesados del Inter, que no lanzaron demasiado a portería, pero que cuando lo hicieron se encontraron con Cidao.
El partido entró en su recta final, aquella en la que los errores ya no tienen solución, y quien más se equivocó fue Jesús Herrero, cuando a cuatro minutos para el final salió de su área sin saber la razón, y con los pies trató de enviar en profundidad a Betao. Geison se anticipó y desde el centro de la cancha lanzó a portería vacía para llevar el delirio a la grada. El Inter ya no tenía fuerzas para mucho más, y a pesar de que Candelas puso a Schumacher de portero-jugador, hubo más peligro en el marco visitante que en el local, hasta que Tobe hizo el 6-4. El gol de falta de Betao, a medio minuto del final, le dio al partido la dosis de emoción necesaria para un final épico, pero el último ataque madrileño murió lejos de la portería de Cidao, y el Caja respiró tranquilo con los tres puntos en el bolsillo tras hacer un gran partido.
JESUS VELASCO: “Entre todos estamos haciendo al Caja Segovia cada vez más grande”
Jesús Velasco calificó el encuentro de ayer como “un partidazo en el que para ganar mis jugadores han tenido que darlo todo y más. Hemos tenido mucho más desgaste que el contrario, hemos defendido muy bien, y Cidao ha parado mucho. El Inter ha demostrado que quería ganar, pero el Pedro Delgado tal y como estaba hoy es otra historia. Los jugadores lo notan positivamente, y hemos estado siempre dentro del partido. No creo que Inter pueda quejarse de los árbitros, porque en la segunda parte, en caso de duda siempre han pitado para ellos. Nosotros hemos metido más corazón en el partido que el Inter, y aunque el partido ha podido caer de cualquier lado. Entre todos estamos haciendo al Caja Segovia cada vez más grande y los jugadores van perdiendo el miedo”.
Por su parte, Jesús Candelas no consideró que su equipo había hecho “ni mucho menos” un mal partido, “y tengo que felicitar al rival porque ha sabido encontrar nuestros errores. Nuestro juego no ha encontrado el premio en el marcador. Normalmente cuando marcas cuatro o cinco goles fuera de casa tienes que ganar el partido, pero no hemos sabido controlar el factor de tener el marcador favorable. Sería injusto echarle las culpas de la derrota a nuestro portero”.
