El Caja Segovia finalizó ayer una gira de diez días por Japón en la que el club cumplió con sus compromisos promocionales, y se midió a dos conjuntos de la máxima categoría del fútbol sala nipón, el Shriker Osaka y el Nagoya Oceans, actual campeón de la Liga japonesa, saldando sus enfrentamientos con sendas victorias.
La expedición segoviana regresó en la jornada del lunes después de otro maratoniano viaje desde Japón hasta España, con extravío de tres maletas incluido, y con solo un día para descansar comenzará mañana a preparar su retorno a la Liga, ya que el próximo sábado le espera en el Municipal de los Deportes de Lugo un complicado enfrentamiento ante el Azkar, que se juega frente al Caja buena parte de sus aspiraciones de entrar en una de las ocho primeras posiciones que dan derecho a jugar el play off por el título de Liga.
Durante estos diez días de gira Miguel Rodrigo ha tenido tiempo de sobra para comprobar si los “castigados” Miñambres y Guga han hecho méritos para ganarse de nuevo minutos de competición, para recuperar anímicamente a Kensuke, otro jugador muy diferente tras su estancia en Japón, aunque no para ver las evoluciones de Arrivi, que con problemas físicos apenas ha podido ejercitarse con normalidad, y apunta a baja (o por lo menos a no ser titular) frente al Azkar.
Además, el técnico del Caja Segovia hasta el 30 de junio ha tenido tiempo para hablar (es un decir) con los miembros de la Federación Japonesa de Fútbol, de los que se especula que le han hecho una oferta económica de aquellas que no se pueden rechazar para que sea seleccionador nacional japonés de fútbol sala. El tiempo dirá si esa oferta es o no real.
Restan 21 puntos para la conclusión de la fase regular en la División de Honor, y el Caja está seis puntos por encima del novena puesto, y con un calendario relativamente asequible para sus intereses, ya que ha superado los partidos con Inter, Barcelona y Lobelle, por lo que de los cuatro primeros clasificados sólo le queda medirse con ElPozo de Murcia.
