El director de moda, que no sastre, según su propia puntualización, José Tomás, declaró ayer como testigo ante el tribunal que juzga al expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps y al exsecretario general del Partido Popular en dicha región y diputado en las Corts Ricardo Costa por un delito de cohecho pasivo impropio en la conocida como causa de los trajes dentro del caso Gürtel.
Tomás aseguró que Álvaro Pérez, conocido como El bigotes, le dijo que «jamás» se le podía «escapar» que los acusados no pagaban sus prendas. Además, quiso dejar claro que él quería «muchísimo» a los acusados y que le duele «en el alma» todo esto. El modisto señaló, ante una pregunta del fiscal que le cuestionaba por el motivo por el que había algunos tickets en los que ponía Álvaro dos o Crespo dos, que «lo único que le importaba a Álvaro era que yo nunca dijera que los señores a los que le compraba la ropa no la pagaban. Jamás se te puede escapar que tú sabes que no pagan», apostilló.
En cuanto a las compras a nombre de Camps en 2007 en la tienda Forever Young, determinó que recuerda tres pares de zapatos, de los que unos fueron devueltos por estar en mal estado y se los volvió a remitir. También indicó que cree que en ese mismo año se llevó cinco o seis trajes «como mínimo», un esmoquin, un chaleco negro para un acto en el Vaticano y un frac para este acontecimiento. Además, reveló que el político le pidió antes de prestar declaración ante el juez Baltasar Garzón que le «sacara de ésta» y le dijo que luego no le iba a «faltar de nada».
Respecto a Costa, señaló que «solo» ha comprado dos veces. La primera, cuando él se desplazó a Valencia para tomarle medidas para un traje de Milano; y una segunda cuando fue a la tienda y adquirió una americana, seis pantalones y cree que un traje.
Preguntado por las últimas prendas que encargaron los acusados en Forever, indicó que recuerda que Camps -del que dijo que «jamás ha consentido que nadie le hiciera nada sin estar yo presente»- pidió unos trajes en primavera de 2008 y eligió también una blazier. Luego le dijeron que también se había llevado dos pares de zapatos. Respecto a Costa, indicó que hizo un último pedido en la primavera de 2007.
En cuanto a Milano, señaló que todos los obsequios para los acusados, más los de Pedro García, Rafael Betoret y Víctor Campos se cargaban a la cuenta que pagaba Pablo Crespo. Asimismo, explicó que «siempre» se han enviado las prendas a Valencia, a casa de Álvaro Pérez o a su empresa. De hecho, detalló que incluso, a veces, la propia empresa que confeccionaba los trajes los enviaban así cuando un pedido urgía.
