Las fiestas del barrio de Santo Tomás dieron ayer su pistoletazo de salida con un original romancero cantado por Román, vecino del barrio durante una época de su vida.
Tras la eucaristía, celebrada a las siete y media de la tarde, a los asistentes se les permitió sacar sillas de madera, aunque algunos aprovecharon los bancos de piedra del propio parque o simplemente prefirieron quedarse de pie. Todos esperaban el comienzo de las fiestas.
El calor acompañaba al público, haciendo que las mujeres no soltasen el abanico ni un solo momento.
Al escenario subió la Junta de la Asociación de Vecinos, con la presidenta Rosario Díez a la cabeza, quien presentó al pregonero tras agradecer a las autoridades y a todos los presentes su asistencia. Su objetivo para estas fiestas es, tal y como expresó ayer “poner un poco de vida en estos días que son grandes para todos”.
De esta manera, hizo su entrada en el escenario Román Fresnillo, quien comenzó su pregón con un toque largo de una trompetilla que se sacó del bolsillo del pantalón. Ante la sorpresa de la gente, comenzó su recital. El pregón consistió en un bonito conjunto de versos que relataban la propia historia del barrio.
El pregonero comenzó con la historia del apóstol Santo Tomás, con versos como “Apóstol fue este Tomás,-de vida muy singular-metiendo el dedo en la llaga-es santo de este lugar”, siguiendo el discurso con un recorrido por todos los lugares del barrio, en una alabanza al sitio donde residen los que asistieron al comienzo de la festividad.
Su elogio iba dirigido a toda la vecindad, a todas y cada una de sus calles, describiendo la iglesia, el convento de la Santísima Trinidad, la piscina cubierta, el colegio e incluso el ambulatorio.
Su romancero contenía también diferentes adulaciones para la presidenta de la Asociación de Vecinos y para la reina de las fiestas del barrio, Marina Martín Olalla. Tras un final en el que deseaba lo mejor para todos los vecinos, un aplauso llenó el parque mientras Román recibía un cuadro como regalo. Después tomó de nuevo la palabra la presidenta de la asociación para homenajear a los mayores de todo el barrio por medio de una pareja, Mauro y Felisa, a los que se les obsequió con otro cuadro y un ramo de flores. Al final, la reina de las fiestas mostró su entusiasmo y su gratitud por haber podido participar en la festividad, a la vez que expresó su orgullo por representar al barrio donde vive.
La fiesta continuó con la música de fondo y los vecinos disfrutando de los últimos rayos de sol del día. La festividad durará hasta el próximo día 6 de julio, en el que a las ocho de la tarde se reunirán para disfrutar de bailes de diferentes países y de la degustación de distintos productos.
