El barrio de San Andrés celebrará el próximo sábado, 21 de agosto, el Día del Vecino, con un programa de actividades que ha sido diseñado por la asociación de vecinos y que tiene por finalidad servir como experiencia de convivencia.
El presidente de la asociación, Gregorio Garrido, ha informado de que las actividades se iniciarán a mediodía, en la plaza de la Merced, con un concurso de pintura infantil.
A las 13 horas comenzará un pasacalles, con la Charanga Castellana, que servirá también como baile-vermut, para que los vecinos participantes puedan tener momentos de diversión y esparcimiento.
El programa continuará con una comida de hermandad, también en la plaza de la Merced, a partir de las 15 horas, y un menú a base de entremeses ibéricos, cochinillo, pan, vino, helado y copa. Por la tarde está prevista la celebración de juegos infantiles con animadores, a las 18 horas, y un espectáculo de ilusionismo desde las 20 horas.
Garrido ha comentado que el objetivo del Día del Vecino, que pronto alcanzará ya la edición número treinta, es servir de encuentro entre los residentes de este céntrico barrio segoviano, así como personas vinculadas a esta zona y a su gente.
La previsión es que en los actos, principalmente en el pasacalles y en la comida de hermandad, participen entre sesenta y ochenta personas, aunque en algunas ediciones se ha alcanzado el centenar. “Se trata de un día de convivencia vecinal, una jornada para reunirnos y pasar un rato muy agradable porque después de la comida se celebran partidas de cartas: tute, mus, brisca, etc.
La comida de hermandad, a un precio muy ajustado, no está abierta a todo el mundo, sino a los vecinos y personas vinculadas al barrio y a sus habitantes.
La Asociación de Vecinos de San Andrés es quizá la única de Segovia en la que sus socios son todos los vecinos del bario, por el mero hecho de residir en él y además no pagan ninguna cuota, entre otras razones porque carece de una sede física en la que organizar actividades. Gregorio Garrido, su presidente, explica que el número de habitantes ha aumentado con la llegada de inmigrantes y la rehabilitación de viviendas gracias al ARCH de la Judería y se encuentra entre los 1.500 y los 1.800.
Para próximas actuaciones, de cara al ARCH de las Canonjías, la asociación ha solicitado al Ayuntamiento que se respeten las farolas tradicionales, ya que no están conformes con las de diseño “moderno” instaladas en la judería.
