El FC Barcelona ganó al Zalgiris Kaunas (89-72) en la quinta jornada del ‘Top 16’ de la Euroliga y coge aire, con un balance de 3-2, gracias a que sigue intratable en el Palau Blaugrana y con una intensidad que pagó cara el joven equipo lituano, que en ningún momento pudo luchar de tú a tú por intentar lograr un triunfo que regalar a su segundo entrenador, un homenajeado Sarunas Jasikevicius.
Los blaugranas fueron muy superiores al Zalgiris en un primer cuarto que ya marcó la pauta y prácticamente dejaba fuera del partido a los lituanos. Un 29-13 en el que brilló el juego interior de Justin Doellman y Ante Tomic y donde todo salió rodado, con una ‘guindilla’ espectacular con un alley-oop a una mano de Mario Hezonja, que cuajó en general un buen partido, a pase de Marcelinho Huertas.
Faltaban los lesionados ya conocidos y se sumó a última hora la baja de Àlex Abrines, con un proceso gripal inesperado e indeseado. Pero hasta a esta enésima baja se sobrepuso el Barça, que salió con mucha energía para situar un 10-2 que presagió lo que estaba por llegar. Hubo un pequeño bache, el habitual en este equipo desde que empezaron las lesiones, pero salieron de él airosos esta vez, como siempre en el Palau.
Llegaron a una máxima de 22 puntos favorable a los de Pascual al inicio del tercer cuarto, pero ahí empezó una pequeña reacción del Zalgiris, permitida por el Barça, que les llevó a recortar esa diferencia negativa, Nachbar y Tomic se encargaron de volver a poner tierra de por medio hasta el 89-72 final.
El Unicaja, por su parte, cosechó una nueva derrota más, y son cinco en los mismos partidos, con lo que necesita un milagro para entrar en los play off de la Euroliga. El conjunto malagueño cayó ante el Fenerbahce turco (60-68) pese a haber dominado los primeros minutos del encuentro, una situación similar a la vivida en partidos anteriores del ‘Top 16’.
