Dos meses y, como mucho, 15 partidos. El Barcelona alcanza el momento culminante de la temporada de la mejor manera, con todos los ases en la manga y una buena política de rotaciones que ha permitido a la plantilla minimizar las lesiones y alcanzar una buena puesta a punto.
El equipo de Guardiola se la juega. Primero, en la Liga, competición en la que afronta los 10 últimos duelos con seis puntos de ventaja; en la Copa, en la final ante el Athletic, y en Europa, donde mañana se medirá al Bayern de Munich en la ida de cuartos.
En el mejor de los escenarios, si alcanza la final de la Liga de Campeones, los azulgrana jugarían 15 partidos en 60 días, un encuentro cada 3,7 días, una auténtica locura de calendario.
Uno de los secretos del éxito son las rotaciones, que han incidido directamente en una rebaja considerable en las lesiones. De la campaña pasada a la actual, la diferencia es sustancial: 31 en lo que llevamos de curso por las 52 sufridas en el mismo período en 2008.
Además, los hábitos alimenticios también son determinantes. Los jugadores desayunan y comen en el club, después de haberse habilitado un comedor en la ciudad deportiva Joan Gamper.
La preparación física es otro de los pilares importantes. Los preparadores individualizan los protocolos. Diferentes cargas físicas y de fuerza dependiendo de la edad, de los compromisos, de viajes o del historial de lesiones.
En total, 15 encuentros para marcar el éxito o el fracaso del Barcelona de Pep Guardiola.
