Resultaba evidente que colocar la sombra del dopaje por detrás de los éxitos del Fútbol Club Barcelona y el Valencia, algo que ocurrió en un programa radiofónico emitido en la madrugada del pasado domingo al lunes, iba a provocar una tremenda polémica en el balompié nacional, porque los afectados no iban a quedarse parados viendo cómo se ponían en cuestión sus conquistas.
Después de una jornada de intensa marejada, a la cadena que ofreció el espacio no le quedó más remedio que disculparse con los ‘culés’ y los levantinos, y recalcar que no había pretendido perjudicarles, sino simplemente informar de que el Real Madrid iba a solicitar a la Federación Española de Fútbol la realización de controles más exigentes.
Cabía preguntarse si esta justificación serviría para calmar los ánimos en la Ciudad Condal y en la capital del Turia, y la respuesta fue negativa. En el conjunto ‘ché’ continúan indignados, y el Barcelona incluso dio un paso más.
Toni Freixa, portavoz de la junta directiva catalana, confirmó que la entidad ha decidido presentar ante los juzgados de primera instancia «una demanda de protección del derecho del honor y reclamación de daños y perjuicios» contra la emisora.
El responsable sostuvo que, en el seno de la institución, se califica como insuficiente la rectificación recibida. «No se ha producido de forma satisfactoria, y considerando el grave atentado a la reputación y al buen nombre del Barcelona, no podemos permitir que el asunto quede impune».
El periodista que desató el escándalo manifestó que su información se basaba en conversaciones con representantes de muy alto nivel directivo del Madrid, pero ayer perdió su principal respaldo, ya que el club ‘merengue’ se desvinculó de la trama.
El presidente blanco, Florentino Pérez, telefoneó a su homólogo blaugrana, Sandro Rosell, para garantizarle que la entidad de Concha Espina no ha tenido nada que ver con la acusación. «Por el momento, no existe ningún motivo que nos impida creerle», reconoció Freixa.