Cuando el Barcelona ganó la última Liga con 99 puntos y el Real Madrid acabó segundo tras firmar 96, con lo que ambos batieron el mejor registro que se había logrado hasta entonces, muchos pensaron que se trataba de un suceso excepcional que, probablemente, no volvería a ocurrir.
Sin embargo, ‘merengues’ y ‘culés’ están arrasando de nuevo en el torneo doméstico de la regularidad, de modo que ya no cabe descartar unos guarismos muy elevados al final del ejercicio.
Los dos clubes optaron en verano por estrategias distintas: la entidad de la Ciudad Condal, como no podía ser de otra manera, continuó confiando en Pep Guardiola, mientras que la de Concha Espina optó por destituir a Manuel Pellegrini y fichar a José Mourinho. Tanto una táctica como la otra han dado buenos frutos desde el inicio de la campaña.
Así, si el Barça mantuviera hasta el final del campeonato la media aritmética de estas 11 primeras jornadas, cerraría la Liga con más de 100 puntos, ya que suma uno más (28) que hace un año a estas alturas.
A pesar de que en la temporada 2009-2010 se mantenía invicta, la escuadra había cedido tres empates en Valencia, Pamplona y Bilbao. Este curso, su periplo como visitante se ha saldado de forma impecable, pero inesperadamente ha sufrido una derrota (Hércules) y una igualada (Mallorca) en su fortín del Camp Nou.
El bloque azulgrana acumula un éxito más (nueve) que su antecesor, ha encajado los mismos goles (ocho) y ha marcado tres menos (25), aunque su repertorio realizador está siendo mayor.
En total, son 10 los jugadores del grupo que han anotado en esta campaña -Messi (10), Villa (seis), Iniesta (dos), Pedro, Piqué, Keita, Busquets, Xavi, Alves y Puyol-, por los ocho de la anterior -Ibrahimovic (siete), Messi (seis), Keita (seis), Pedro (tres), Alves (dos), Piqué (dos), Bojan y Henry.
Trayectoria exitosa
Por su parte, el técnico del Real Madrid, José Mourinho, se encuentra a una sola jornada de igualar un récord personal: si su equipo derrota al Athletic de Bilbao en el Santiago Bernabéu, el portugués empatará, con 32 puntos, su mejor arranque liguero.
El de Setúbal alcanzó idéntica cifra en los 12 primeros compromisos del ejercicio 2003-2004, en el que dirigió al Oporto.
En el Chelsea y en el Inter de Milán también brilló, pero no con tanta contundencia.
