El Barcelona se impuso ayer con mucha facilidad al Real Madrid (86-75) en un partido, en la trigesimosegunda jornada de la ACB, que se repetirá el próximo viernes en la ‘Final Four’ de la Euroliga en Milán y al que, tras lo visto en el Palau Blaugrana, los de Xavi Pascual llegan en mejor forma.
No había mucho en juego en la cancha en lo que a la Liga se refiere. Lo que sorprendió, por tanto, fueron las diferencias que se vieron entre uno y otro equipo a seis días vista de cruzarse en las semifinales de la competición continental. Un Madrid líder llegó al feudo catalán habiendo sufrido tan solo una derrota en 31 jornadas, y se fue de allí tras dar la peor imagen de los hombres de Pablo Laso en las últimas dos temporadas.
Los blancos estuvieron fuera del encuentro desde el inicio y llegaron al final del primer cuarto 11 puntos abajo y con una anotación paupérrima (21-10). La culpa de esto la tuvo en parte la intensidad de los locales y un Ante Tomic que se paseó por la zona madridista y que por aquel entonces ya llevaba 8 puntos y 3 rebotes.
La entrada de la segunda unidad refrescó un poco a los visitantes, que consiguieron detener la hemorragia y llegar al descanso aún vivos en el partido (42-32). Aunque la sensación que dieron en todo momento fue la de un equipo que no estaba metido, mientras que enfrente los azulgrana enseñaban a su rival que, si hace unos meses, la escuadra ‘merengue’ era favorita para ganarlo todo, ahora tendrán que sudar para superarles. Y el tercer cuarto fue un reflejo de esto.
Tras el paso por los vestuarios, el ciclón local arrasó con todo lo blanco que había sobre el parqué. Y lo hizo de la mano de unos inconmensurables Álex Abrines (20 puntos en 17 minutos) y Papanikolau, que demostraron que no solo sabe hacer daño el Barcelona por dentro. En los de Laso no se salvó nadie, si acaso un Mejri que pareció ser el único ‘enchufado’ en el partido, pero al que Laso solo tuvo 12 minutos en pista a pesar de ser el mejor de su equipo, en ocasiones no se entiende la poca fe del técnico vitoriano en el pívot tunecino.
El tercer parcial concluyó con el Barcelona 22 puntos arriba (72-50), lo que hizo que el último período fuese simplemente un paseo. Un trámite en el que no participó Rudy Fernández, que por entonces ya se encontraba en el vestuario tras ver dos técnicas seguidas por protestar. Los últimos minutos permitieron a los visitantes maquillar el electrónico.
Un bloque sólido.
Por lo tanto, a seis días para encontrarse en Milán, el Barcelona golpeó primero y dejó claro que con el paso de la temporada el bloque blaugrana se ha ido haciendo un equipo muy sólido. En cuanto al Real Madrid, parece que no llega en su mejor momento a la ‘Final Four’, pero nadie debe olvidar que este bloque ha hecho historia esta temporada y ha practicado el mejor juego que se recuerda en el Viejo Continente en muchos años.
Además, para ese día contarán con Felipe Reyes, que ayer fue baja por precaución. Así pues, final anticipada la que se vivirá entre los dos conjuntos españoles este próximo viernes en la segunda semifinal por el título continental.
